“Grecia se acerca al abismo” es una frase que se repite en las conversaciones y en los medios de comunicación. Si Grecia recurre al referendum, si no se aceptan los recortes, si no se inclina la cabeza ante las instituciones de acreedores… lo que queda es la barbarie, la pobreza, salir de la UE, salir del Euro y poco menos que llegar a Mad Max. La Ministra de Agricultura acaba de decir que “las urnas son peligrosas” en televisión, voces han hablado del peligro que supone que la gente decida sobre cosas tan complejas como su economía, que puede ser una pérdida terrible para Grecia…
El resultado es que se impone la sensación de miedo, porque el miedo es la herramienta que tiene muchas veces el poder a la hora de evitar los cambios. Todo cambio implica que el resultado es incierto, porque no se sabe exactamente cómo será el mundo después del cambio y lo desconocido siempre despierta temores. Si a estos temores innatos al ser humano se le une los miedos que fomentan los que van a perder poder, el resultado es mucho más impactante y efectivo como herramienta para neutralizar la sociedad y el cambio.