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Elecciones al Parlamento Europeo (II): el Vistazo Europeo

Ayer echábamos un vistazo en clave nacional a los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo del Domingo, ahora es momento de ver los resultados europeos como conjunto. Y, lo cierto es que encontramos un gran parecido entre unos y otros. Veamos los resultados partido europeo por partido, sin prestar atención a la proyección histórica (cinco años son muchos si tenemos en cuenta los cambios históricos en 27 países) y si a la configuración resultante en el Parlamento. Lo primero que constatamos, ya antes de ver los resultados detallados es que, a semejanza del caso español, nos encontramos con un parlamento muy fraccionado. En Europa siempre ha habido más familias políticas con representación que en España, pero en este caso el bipartidismo tiene capacidad de maniobra pero, probablemente, necesite pactar fuertemente.

Logo de Partido Popular EuropeoEl ganador de las elecciones es el Partido Popular Europeo, lo cual implica que Juncker será presumiblemente el próximo Presidente de la Comisión Europea, con lo que esta no mostrará probablemente grandes cambios con respecto a la de Barroso. Sin embargo, la victoria del PPE está lejos de ser una victoria clara, apenas con 26 escaños más que su seguidor más directo, lo cual implicará que el gobierno del Parlamento va a requerir probablemente bastante negociación de cara a sacar adelante las medidas que se decidan en las instituciones y que la capacidad de Juncker para tomar medidas va a estar limitada.

Logo de Party of European SocialistsEl Partido Socialista Europeo queda en segundo lugar con 186 escaños, lo cual implica que Schultz va a ser incapaz de tomar la cabeza de la Comisión, probablemente. El castigo al Partido Socialista no es sorprendente, sin embargo, habida cuenta el castigo que ha recibido en España y Francia, por ejemplo. Sin embargo, quizás pueda servir como partido bisagra y clave para construir apoyos a su alrededor, lo cual podría darle una posición bastante clave en el Parlamento en los próximos años.

Con lo cual, lo primero que vemos es que la mitad del Parlamento logra estar en manos de dos partidos, debilitados pero aún con la mejor mano de la partida. El buen entendimiento entre ellos dos ha sido frecuente en el pasado y, si se mantiene, mantendrá la clave de la gobernabilidad del Parlamento y, en buena medida, de la Unión en su conjunto. Así que, aunque veremos probablemente novedades en estos años por venir, no tienen por qué ser tan grande como a menudo se destacan, todo dependerá de la capacidad del PPE y el S&D de entenderse.

Logo de Alianza de los Demócratas y Liberales por EuropaLa Alianza de Demócratas y Liberales por Europa queda en tercer puesto, con una distante cantidad de 70 escaños que la sitúa como tercera fuerza pero con menor capacidad de acción. La distancia es tan grande que no logra consolidarse como partido bisagra, ya que ninguno de los dos partidos principales logra sumar mayoría simplemente por sumar los votos de ADLE. Por ello, la fragmentación del Parlamento Europeo va a requerir de mucha negociación, más que nunca, para lograr amplias coaliciones de partidos que logren sacar las decisiones adelante.

En cuarta posición tenemos la incógnita, los 67 escaños que todavía no están adjudicados porque son partidos nuevos en el Parlamento Europeo y no pertencen a ninguna de las familias políticas. El éxito de los euroscépticos y populistas cae en gran medida dentro de esta categoría, con Le Pen como gran ejemplo. La dificultad es construir de todo esto un algo coherente, capaz de unir a la extrema derecha griega con la extrema izquierda de ese mismo país, con la extrema derecha antieuropea de Francia, etc. Lo cual implica que, aunque el ascenso de estos partidos ha sido meteórico, su impacto real en la Unión está por ver, dado que conseguir un todo coherente de aquí es prácticamente imposible, lo cual implicará en la práctica que, cuando se constituyan, probablemente cuenten con menos escaños al escindirse en diversos grupos o acabar afiliándose a otros partidos europeos. A dónde vayan estos escaños y cómo se muevan en el Parlamento las nuevas fuerzas será lo que decida, en gran medida, la primera etapa del Parlamento que ahora empieza, así como la formación de la Comisión.

Logo de VerdesLos Verdes consiguen 55 escaños, lo cual los deja en una importante posición en el Parlamento como probable cuarta fuerza real. Pero a tal grado llega la fragmentación de este Parlamento que, incluso sumados con los escaños de ADLE, no llegarían a la mayoría suficiente con ninguno de los dos partidos principales. Lo cual nos da una medida del grado de fraccionamiento que va a diluir la voz de cada uno de los partidos ante la necesidad de pactar.

Vistas las cuatro fuerzas principales y la importancia de la negociación en este Parlamento, quiero hacer una nota que creo importante. Probablemente, la mayoría de las mejores cosas de la Unión han nacido de pactos y negociaciones entre países e instituciones, partidos y visiones del mundo diferentes. Y creo que, en este sentido, el fraccionamiento del Parlamento puede servir perfectamente para reforzar la necesidad de buscar puntos en común, de negociar visiones y entender a todos los demás. Al fin y al cabo, el liderazgo unívoco de Alemania no nos ha traído mucho bien hasta ahora… También, por otro lado, puede implicar un Parlamento débil e incapaz de lograr posiciones en común en su interior, sometido así a la presión de un Consejo dirigido con mano de hierro por Merkel y una Comisión que aún está por ver cuánta capacidad de movimiento y liderazgo tendrá realmente.

Tras estas cuatro fuerzas y una incógnita se encuentran cuatro partidos con menos de 40 escaños cada uno. Las voces de cada uno de estos partidos, en gran medida, va a ser sumida ante las de los principales; y probablemente habrá que añadir aquí algunos de los partidos que puedan surgir de los votos en partidos nuevos. Sin embargo, en un Parlamento tan fragmentado, aunque ninguno de ellos tenga capacidad por si mismos, las coaliciones van a requerir de la participación de algunos de ellos en casi cualquier elección y, con ello, pueden conseguir que sus pequeñas voces se transformen realmente en un impacto real en el funcionamiento del Parlamento.

Esto todo es fruto de una interpretación muy concreta: la de la oposición del PPE y el S&D en el Parlamento Europeo, cortejando a los partidos menores en amplias coaliciones. Existe otra posibilidad: que PPE y S&D formen entre si la coalición principal, lo cual sería suficiente para gobernar pero, en gran medida, destrozaría al S&D en la medida en que su electorado estaba votando por un cambio moderado que, en esa coalición, no podría darse.

En cuanto al temido ascenso del populismo y el euroscepticismo, es imposible negar que este se haya producido pese al descalabro de Geertz. Sin embargo, el efecto real que este pueda tener en el Parlamento Europeo, dominado por partidos mayoritariamente pro-europeos, es limitado. Probablemente, la parte principal que pueden hacer es condicionar parcialmente la agenda política, a base de usar el Parlamento como un megáfono que haga visible sus argumentos y posiciones, lo cual podría redundar en un mayor impacto en sus políticas nacionales que, retroactivamente, afectasen al Parlamento (baste ver la deriva a la derecha de los conservadores británicos por influencia del UKIP). Pero ellos, por si mismos, van a tener una capacidad limitada de acción.

Con todo lo cual, podríamos decir que viene un tiempo interesante por delante en el Parlamento Europeo. Las nubes se han juntado pero no es probable que la tormenta sea demasiado destructiva, siempre y cuando los marineros sean capaces de trabajar juntos.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de los resultados europeos?

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