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Análisis de las elecciones del 20D

elecciones 20d 1Es complicado sentarse ahora mismo y escribir qué creo que ha pasado en la jornada electoral de hoy. Han sido, sin lugar a dudas, unas elecciones muy interesantes, con campañas dinámicas e innovadoras en muchos sentidos y que, ahora, arroja un resultado que, no por anunciado con antelación (al menos parcialmente) resulta más sencillo de interpretar.

Para los que quieran el análisis muy resumido: el antiguo sistema político de la transición se ha fracturado, pero no se ha hundido tampoco. El bipartidismo ha salido tocado pero está por ver si muerto. Y el cambio se ha comenzado a materializar, pero va a encontrar muchas trabas a la hora de poder realizarse dentro de las instituciones. Se abre también una interesante e importante diferencia entre las zonas rurales y las zonas urbanas en comportamiento electoral, que no por ser una diferencia tradicional deja de ser menos significativa en este caso. Y, finalmente, se impone la necesidad de pactos complicados, de negociación y debate, y para que este tenga éxito es necesario que la población entera del país se involucre más allá de esperar cuatro años hasta las siguientes elecciones generales. Ahora, empecemos el análisis pormenorizado yendo partido a partido. Empecemos por los ganadores de las elecciones, el Partido Popular, ganador al menos en número. 129 escaños lo dejan lejos de la mayoría absoluta que tenía hasta hoy. Así que es el ganador, pero en el camino a esa victoria ha perdido un apoyo enorme en cantidad de votos (unos 3,7 millones) y de escaños (63 escaños, una tercera parte de los que tenía). Y se sitúa en una situación donde, siendo el más votado, va a tener muy complicado construir una posibilidad real de gobernar y conseguir apoyos, tras haberse ganado la oposición de todo el resto de partidos. Por mucho que Rajoy haya hablado de la victoria de esta noche, creo que sabe de sobra que es una victoria pírrica y amarga que supone, en la realidad, una derrota.

El segundo en liza, el Partido Socialista, queda en un honroso segundo puesto aunque con unos resultados claramente peores de lo que esperaban. 90 escaños implica que han perdido 20 en estos cuatro años, junto con 1,5 millones de votos que han ido a otros partidos. Si bien, a diferencia del PP, el PSOE puede encontrarse en situación de buscar alguna clase de pacto complicado y muy amplio (mínimo con dos partidos más) a la hora de conseguir construir un gobierno real para los cuatro años siguientes. Así pues, resultados agridulces para los socialistas, que pueden encontrarse en fuertes tensiones internas.

El gran ganador de la noche es, probablemente, Podemos, aunque lo es sin alcanzar el éxito que realmente esperaban cosechar. 69 escaños (asumiendo dentro del mismo las mareas y demás) es un éxito muy notable para un partido recién creado, pero puede que no sea suficiente a la hora de llevar adelante la agenda de cambios que ha defendido. Como líder de una coalición con el PSOE y Ciudadanos, Podemos podría tratar de alcanzar un distante gobierno, especialmente si consigue atraer a su esfera a los nacionalistas (Mas ya ha hablado de la importancia del “derecho a elegir” en su análisis de estas elecciones, clara alusión al éxito de Podemos en Cataluña frente al proyecto independentista). Sin duda, sin embargo, la gran confluencia de distintas agrupaciones que representa esta visión de Podemos va a plantear, como mínimo, interesantes equilibrios internos que observar.

El cuarto es Ciudanos, que consigue un interesante resultado con 40 escaños, pero queda bastante por detrás de lo esperado en algunas encuestas recientes que llegaron a darlo como segunda fuerza. Probablemente, Rivera no tenga capacidad de salir investido presidente tras estas elecciones, pero buena parte del peso de las negociaciones y alianzas posibles van a pasar por su mesa, lo cual le va a otorgar bastante capacidad de maniobra y poder.

Izquierda Unida confirma que el sistema electoral perjudica a los partidos más alejados del núcleo de votos, y lo hace quedando sólo con 2 escaños, una presencia meramente testimonial en el Congreso. UPyD desaparece y se queda fuera, confirmando que como partido político es ya un cadáver.

Y quedan 28 escaños, una cantidad notable, en manos de Otros Partidos, que van a tener también un peso importante como agregado a la hora de negociar, aunque cada uno lo haga por su lado. Siendo partidos tan diversos, es imposible saber por dónde van a tirar cada uno de ellos y su capacidad de maniobra, pero es probable que los nacionalistas (siguiendo a Mas) estén más inclinados hacia Podemos (que, como mínimo, ha defendido el derecho a decidir) que a otros partidos más centralistas que van a darles una batalla más frontal y reducir su capacidad de maniobra (como atestiguan los últimos cuatro años con Rajoy).

Finalmente, en cuanto a participación, hay que señalar que ha subido a un 73 % (algo más de cuatro puntos) aunque probablemente no ha sido tan alta como se esperaba, en gran parte por un descenso en los votos rurales y los bloqueos que se han puesto para que puedan votar los que están emigrados en el extranjero.

elecciones 20d 2El más inesperado giro del argumento se da en el Senado, institución que se encuentra en el centro del debate de reforma y que resulta imprescindible para cualquier cambio constitucional. Y es que, por alguna razón que sinceramente no comprendo, el equilibrio de votos aquí resulta increíblemente diferente al del Congreso, con una mayoría absoluta del Partido Popular. Esto implica que, en buena medida, cualquier gobierno que no cuente con el PP en su interior va a encontrarse con todas sus medidas paralizadas o ralentizadas al llegar al Senado, y cualquier reforma constitucional resulta imposible de todo punto sin el PP. Parece que, tras años en que el Senado iba a ser una cámara meramente testimonial, tras estas elecciones va a resultar central para la gobernabilidad del país.

Pero hay otros análisis interesantes que combinar con la visión global. Por un lado, Cataluña que, tras unas elecciones autonómicas de gran presencia del independentismo, se muestra de pronto volcada en torno a la figura de Em Comú y, con ello de Ada Colau. Supone un cambio en el modelo de entender el nacionalismo y podría ser clave para articular tanto el gobierno catalán (todavía en proceso de constitución) y su encaje con el resto de España durante los próximos años. La Comunidad de Madrid sigue en manos del PP, aunque en ella Podemos ya ha sobrepasado ampliamente al PSOE, que queda relegado a cuarta fuerza por detrás también de Ciudadanos. He de reconocer que, con todos los escándalos de corrupción, esperaba mayor descalabro del PP en Valencia, pero ahí han conseguido por los pelos ser todavía la mayor fuerza. Salva los muebles por los pelos, con un Podemos muy cercano y un PSOE como tercera fuerza. En el País Vasco el PNV consigue la mayor cantidad de escaños de todas las fuerzas, pero queda por detrás de Podemos en votos; esto confirma el papel interesante que puede tener Podemos en relación con las zonas nacionalistas. Galicia confirma parcialmente esto, con el PP en primera posición pero con Podemos y PSOE en cercana segunda. Finalmente, en Andalucía se da una situación similar a la vista en sus elecciones autonómicas, con el PSOE ganándole por los pelos al PP y salvando los muebles, con Podemos y Ciudadanos ambos con presencia aunque menor que la de los dos partidos tradicionales.

Entrar en el análisis de las ciudades sería demasiado extenso y complicado, porque cada una es un mundo, pero si que en los datos que he ido ojeando se observa una cierta tendencia a que voten más a Podemos y Ciudadanos en las ciudades que en los núcleos urbanos más pequeños.

El resultado de todo esto es una situación compleja que, con el tiempo, se ha ido transformando. Desde la entrada de Podemos en el Parlamento Europeo, el bipartidismo lentamente se ha visto en jaque. Lo vimos con el ascenso de Podemos al principio, sus resultados insuficientes pero interesantes en las elecciones andaluzas, la irrupción en el escenario de un Ciudadanos revitalizado que básicamente destruía a UPyD como Podemos ha destruido a IU… De ahí a las elecciones autonómicas y locales que dieron gran fuerza a las mareas y los ayuntamientos del cambio, las elecciones catalanas que pusieron un freno en Podemos y dieron alas a Ciudadanos mientras el bipartidismo se enfrentaba a manos desnudas con un independentismo para el cual no tenía respuesta… y, ahora, una campaña electoral que ha sido apasionante y abre el camino a una legislatura emocionante, variada y, en gran medida, imposible de prever.

Y, como adelantaba al principio, creo que estos cuatro años abren un periodo de debate muy interesante dentro de los partidos y sus relaciones: acuerdos, pactos, alianzas cambiantes… en resumen, mucho juego político. Y creo que, precisamente por eso, este es el momento en que la sociedad debe responder con mayor fuerza, dejando ver sus intereses más que nunca. Frente a un gobierno de mayoría absoluta los movimientos y movilizaciones sociales se multiplicaron en cantidad pero su efecto era límitado porque el rodillo de la mayoría absoluta lo podía aplastar todo sin negociar… pero en una situación de gobiernos débiles y fragmentarios es cuando la sociedad puede dar la voz necesaria para desequilibrar las alianzas y construir otras nuevas. Es la que puede poner y decidir qué política se construye y cómo se equilibran los partidos, pues todos ellos la necesitan.

Así que, si tras cuatro años hemos aprendido a hacer oír nuestra voz, ahora es momento de aprender a hacerles cumplirla.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿cómo ves los resultados de las elecciones?

PD: todas las imagenes son sacadas de la página web del País.

2 replies on “Análisis de las elecciones del 20D”

Dices que ha habido un cambio muy interesante y que abre el camino a una legislatura emocionante…¿Para quien? Me explico: mas allá del análisis “científico” de la situación y su posterior observación, es decir, más allá de la esfera de la ciencia y la investigación a nivel sociológico y político, no veo a nivel práctico grandes beneficios para la población como conjunto. Sí, los independentistas puede que estén de suerte, pero sin un cambio legislativo una independencia real sólo se podría hacer rompiendo la baraja; cuestión aparte es que la independencia catalana sea beneficiosa para el conjunto de toda la población. Pero el panorama se cuanto menos negro para cualquier otro cambio mayor: ley de partidos, ley de seguridad ciudadana, puerta giratoria, pacto energetico, apoyo al TTIP, ley Sinde y de de propiedad intelectual, y un largo etc…Siendo el PP el partido mas votado (le lleva de ventaja el segundo casi la totalidad de escaños de ciudadanos) y además teniendo mayoría en el senado (agradeceria explicación adicional de cómo es posible que eso pase)¿ qie posibilidad hay de que la situación real cambie? (dejaré para después de los pactos los comentarios sobre ética y poder relativo percibido desde el exterior)

Es emocionante para todos en la medida en que es inestable y la inestabilidad da espacio al juego político de todo el mundo, no solo de los partidos políticos. ¿Cómo quieres ver grandes beneficios para la población si ni siquiera se sabe quien va a gobernar? Creo que te adelantas, interesante y emocionante no implica positivo. Conste que si creo que hay muchas cosas positivas en estos resultados: primero nadie tiene una mayoría absoluta, va a haber mucha negociación, la sociedad ganará en capacidad de negociación con el poder político… etc. Pero para cosas más concretas habrá que ver qué gobierno se crea, con qué agenda y en qué condiciones.

No creo que los independentistas estén de suerte, en Cataluña Ada Colau se los ha merendado por ejemplo. Pero si que es probable que un congreso con mayor espacio para la negociación y el debate puede llevar a desencajonar la situación de choque de trenes que vive el nacionalismo en este momento. Y desenganchar esa situación que solo genera crispación para todos es inevitablemente bueno para todos.

La mayoría popular en el congreso no es demasiado preocupante, si no consigue formar gobierno. Van a ser cuatro años de negociaciones y los cambios en la ley de partidos y demás son viables en la medida en que se pueda poner de acuerdo a los otros partidos. Los cambios constitucionales si que van a ser muy difíciles, precisamente por esa mayoría del Senado para la que ya dije que no tengo explicación. ¿Por qué alguien vota a algo en el Congreso y a otra cosa en el Senado? Ni idea, sinceramente se me escapa.

¿Que la situación cambie? Eso es inevitable. Pasamos del rodillo absoluto del PP a un nuevo modo de hacer política donde la negociación y la cesión y búsqueda de puntos en común va a ser central. Y un escenario donde la sociedad civil puede jugar un papel además especialmente relevante. ¿En qué direcció cambiará? Eso ya es para nota, el tiempo lo dirá, pero cambiar es inevitable que lo va a hacer.

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