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Análisis de las elecciones generales, 2019

Resultados de las elecciones generales de 2019.
Resultado de las elecciones generales de 2019.

Probablemente, estas elecciones que se acaban de celebrar hayan sido en mucho sentidos las primeras de la democracia española. Es la primera vez, o como mucho la segunda, que la estructura del bipartito PP-PSOE estaba amenazada desde la desaparición de la UCD. Es la primera vez donde la posibilidad real del ascenso de la extrema derecha estaba sobre la mesa. Y esto se traduce en uno de los datos más importantes, la participación: el 75,75 % de los españoles acudieron a votar.

Y esto, es un dato muy relevante, como veremos un poco más adelante. Pero además del impacto electoral que tiene, es relevante porque nos da una dimensión muy clara de la percepción de los españoles de estas elecciones: no eran unas elecciones cualquiera, cada uno por sus motivos pero eran unas elecciones en las que había que acudir a votar, era importante. Así lo entendieron 3 de cada 4, en uno de los datos más altos de la historia de la democracia española.

Sánchez y el PSOE conquistan el primer puesto aunque veremos si forman o no gobierno tras los resultados de estas elecciones.
Sánchez y el PSOE conquistan el primer puesto.

Y eso es clave cuando vamos a analizar los resultados en si. Para empezar, el PSOE es sin duda uno de los grandes ganadores de la noche, pasando de 85 a 123 escaños, con 2 millones de votos más que 2016. Y esto en parte tiene que ver con la bajada de la abstención. Muchos estudios a lo largo de los años muestran que la mayoría de la población española se sitúa en la izquierda moderada (en torno al 6 en la escala), lo cual es precisamente el nicho del PSOE; por eso, a menudo se dice aquello de que “en España no gana la derecha, sino que pierde la izquierda”. Esto se debe a que, aunque parte de sus votantes abandonen al PSOE por otras formaciones, otra parte suele irse a la abstención… y cuando la abstención baja, parte de esos votantes regresa.

Además, no se puede decir que el PSOE haya hecho una buena campaña, pero ha tenido una campaña muy fácil ante el miedo al auge de Vox. Tanto es así que, inicialmente, el PSOE rechazó ir al debate de Atresmedia cuando la Junta Electoral negó la participación de Vox, porque en cierta medida su campaña se resume en “votadnos que somos la izquierda de voto útil, o gobernará el PP con Vox”. Quien dice el PP, dice Ciudadanos. Es una campaña facilona que, sin embargo, como se ve ha dado un muy buen resultado, pese a que no haya sido especialmente buena como campaña.

Casado y el PP se estrellan en estas elecciones, dejándose la mitad de sus escaños.
Casado y el PP se estrellan. Mucho.

El segundo partido en resultados es el PP, uno de los grandes perdedores. De tener gobierno con 137 escaños ha caído a segunda fuerza con 66, dejándose por el camino algo más de 3,5 millones de votos. Ahí es nada, pero el PP de Casado ha caído básicamente a la mitad de lo que era hace tres años. Esto, en mi opinión, se debe a una cuestión fundamental: el PP de Rajoy era un partido de centro-derecha y sobre ese legado construyó su identidad. La irrupción de Ciudadanos le arrebató el control de esa posición pero, en vez de luchar por recuperarla, decidió que el camino de Casado era mejor: ser más Vox que Vox. Y, lamentablemente, como suele ocurrir, la gente que querría votar a Vox va a votar a Vox, no va a votar a un PP que se haga pasar por Vox.

Y esa es una realidad que ya puso sobre la mesa en su momento No Pienses en un Elefante, de Lakoff. Si juegas a referenciar al otro, a apropiarte de su discurso, a mimetizarte con él, inevitablemente le estás haciendo campaña y la gente va a comparar. Al hacerlo, va a ver una trayectoria en ese sentido, y otra que iba en otro y se ha ajustado de pronto, generando un choque. Y la sensación, inevitable, de que uno es un camino sincero y el otro no. Eso unido a una mala actuación en los debates, y una campaña que en su último tramo viró al ver de pronto que se habían equivocado al intentar ser más Vox que Vox.

Rivera conquista el tercer puesto en estas elecciones y una llave de gobierno.
Rivera y Ciudadanos triunfan llevándose el tercer puesto.

El segundo gran ganador de la noche es Ciudadanos, que pasa de 35 a 57 escaños, ganando por el camino 1 millón de votos. 25 escaños que, en buena medida, se deben al viraje a la derecha del PP, que le ha dejado el centro-derecha a Rivera sin oposición ni combate. Huérfanos de una opción de derecha moderada, buena parte de los votantes perdidos del PP probablemente han acabado aquí, aunque como es obvio no todos. Además, en estas elecciones Rivera ha convertido a Ciudadanos en la tercera fuerza, por delante de Unidas Podemos, lo cual no es poco logro. Aunque, como veremos al final, quizás no suficiente para lo que buscaban, debido a que buena parte de su crecimiento se debe al debilitamiento del PP y, con ello, se reparten votos… algo que el sistema de circunscripciones actual penaliza bastante.

A semejanza del PSOE, Ciudadanos ha tenido una campaña muy fácil. Con el PP compitiendo por ser más derechista que Vox, a Rivera le han dejado todo el espacio de centro-derecha a libre disposición. Solo al final el PP ha intentado recular y reaccionar, pero en buena medida ya era tarde. Lastrado por la corrupción y su discurso extremo en muchas ocasiones, el PP no pudo recuperar el terreno que le había regalado a Ciudadanos y que estos han aprovechado tan bien.

Iglesias y Podemos salen muy perjudicados por la ley D'Hondt en estas elecciones.
Iglesias y Podemos pierden la tercera posición.

Unidas Podemos es el otro gran perdedor de la noche, con una caída de 45 a 35 escaños (en esta parte no contaré a ECP). No es una caída tan grande como la del PP, pero el sistema electoral les ha penalizado gravemente, especialmente por el aumento de participación que ha votado al PSOE. Esto se nota en que, en realidad, Podemos solo ha perdido algo más de 100 mil votos, lo cual es muy poco teniendo en cuenta el precio en escaños que han pagado por ello. Esto se debe al sistema de circunscripciones y a la estrategia electoral usada, que en ocasiones ha dividido demasiado sus votos hasta hacerlos inútiles. Si cogemos la Rioja, por ejemplo, es una comunidad que reparte 4 escaños: 2 han ido al PSOE, 1 al PP y 1 a Ciudadanos… y los 20 mil votos de Podemos se pierden sin representación (igual que los 16 mil de Vox, todo sea dicho).

El sistema de circunscripción que usamos sobrerrepresenta a las regiones pequeñas, porque eso beneficiaba a la UCD. Al hacerlo, deja muchos votos sin representación porque favorece siempre a los partidos más votados, y habiendo pasado de tercera a cuarta fuerza, Podemos sufre por ello gravemente. Muchos de sus votos, como tradicionalmente le ocurría a IU, se pierden en regiones donde no llegan a ser tercera fuerza. Eso además de que en algunas regiones, como Galicia, se presenta por un lado Podemos y por otro En Marea, dividiendo aún más los votos y dificultando juntar para tener escaños.

Abascal y Vox entran con fuerza en el Congreso en estas elecciones, aunque es probable que no importen.
Santiago Abascal es uno de los grandes vencedores.

El otro gran ganador de la noche es Vox. Si bien algunos esperaban, ilusamente, más escaños, 24 no es un número nada pequeño. Su discurso anti-inmigración y de derecha más dura ha calado en algo más de 2,6 millones de españoles, que han salido probablemente de los votantes del PP (el PP perdió 3,5 millones, Ciudadanos gana 1 millón, Vox 2,6 millones… más o menos los números están claros). Jugar a ser Vox, sin duda al PP no le ha servido, pero le ha servido muy bien a Abascal que entra como quinta fuerza en el parlamento. Una campaña dura y que ha polarizado a buena parte de los electores e incluso ha hecho que la participación en estas elecciones haya subido, en buena medida por cómo agitaron muchos el miedo al ascenso de la derecha extrema, siguiendo cómo fueron las elecciones andaluzas. Sin embargo, por mucho que haya crecido Vox, la caída del PP probablemente haga que su voz en el Congreso apenas sea escuchada, al no ser llave para ningún pacto viable.

Para ver la evolución de los independentistas catalanes, vamos a coger los datos de Cataluña en si. ERC pasa de 9 a 15 escaños; por su parte JxCat pasa de 8 a 7. El crecimiento de ERC y del PSC se deben en buena medida al descalabro del PP local, así como la reducción de congresistas de ECP que envían al Congreso. El resultado es que, en buena medida, el bloque independentista ha ganado representación, juntando entre ambos partidos más o menos 1,5 millones de votos. Sin embargo, no llegan a la mitad de los que votaron en Cataluña, que superaron ligeramente los 4 millones. Así que aunque el soberanismo crece, al menos en estas elecciones generales, sigue sin alcanzar la mitad de los votantes catalanes.

Entonces, con todo esto en cuenta, ¿dónde están las cosas? ¿Cómo queda la aritmética electoral? ¿Cómo se juntan los 167 escaños necesarios para una mayoría?

Opción 1: el gobierno de izquierdas. PSOE y Podemos juntan 158 escaños, lo cual es insuficiente para investir un gobierno. Ciudadanos ha dicho por activa y pasiva que ellos no pactarán con el PSOE así que sería raro que lo hiciesen tan encima de las fechas. Asumiendo que ECP vaya con Podemos, juntan 7 escaños más, lo cual les deja a falta de 2. Acudir a alguno de los nacionalistas es una opción, casi todos (menos el BNG que sigue fuera del Parlamento) juntan esos escaños tras los resultados de estas elecciones, lo cual es interesante porque ninguno puede poner condiciones muy duras o simplemente la coalición acudirá a otro; segunda opción, es contar con la abstención de cualquiera de los partidos grandes que inicialmente parece que votarían en contra (PP, Ciudadanos, Vox, etc.). Probablemente esta segunda opción sea más viable que la primera, ya que no creo que Sánchez quiera que más partidos ingresen a su gobierno, y eso si pacta con Podemos algo más que apoyo.

Opción 2: el gobierno de derechas. PP y Ciudadanos juntan 123 escaños, lejos de formar gobierno. Si revalidasen el tripartito que montaron en Andalucía, sumando Vox a la ecuación, tendrían 147, que ya se acerca más. Pero siguen faltando unos 20 escaños que, sinceramente, no veo de dónde podrían sacar. Después de cómo han tratado a los independentistas y nacionalistas, se han cerrado todas las posibles puertas a pactos posteriores con ellos, quedando un tripartito insuficiente. Pero a cambio, no tengo muy claro que a estos tres les interese unas nuevas elecciones, especialmente al PP, pues Ciudadanos podría intentar incluso crecer. Lo cual probablemente haga que simplemente se limiten a protestar a voz en grito que Sánchez va a partir España y esas cosas, pero sin ofrecer nada real a cambio.

Opción 3: el gobierno de centro. Imaginando que Ciudadanos olvidase su negativa a pactar con el PSOE, juntos suman 180 escaños, la mayoría suficiente para formar un gobierno. Sin más, sumas sencillas para todos.

El gobierno pasado de Sánchez, sin duda no podrá repetir tal y como fue configurado en las pasadas elecciones.
El gobierno pasado de Sánchez, sin duda no podrá repetir tal y como fue configurado originalmente.

El resultado de este análisis nos muestra dos posibles resultados de gobierno sin acudir a unas segunas elecciones. El más probable es un gobierno débil de izquierdas, formado al menos por PSOE, Podemos y un tercer partido que apoye (o al menos se abstenga con suficientes escaños). Sería un gobierno que tendría que pactar muchas cosas, lo cual personalmente siempre he creído que es bueno para la democracia pero algo a lo que los políticos españoles no están acostumbrados… y no se les da demasiado bien. Esto de escuchar otras opiniones y tal, ya sabéis que no es lo suyo.

El gobierno de centro sería más estable y fuerte, basándose en los pactos y negociaciones internas de los dos partidos entre si. Aunque no tengo muy claro que sea viable formar esta alianza después de que Rivera demonizase a Sánchez, y teniendo en cuenta las diferencias en los programas. Aunque claro, en política donde dije Digo digo Diego es la máxima más habitual, así que tampoco sería descabellado que mañana Rivera se olvidase de que se negó por activa y pasiva a pactar con el PSOE y acabase haciéndolo. El poder tienta mucho, al fin y al cabo.

Por supuesto, las posibilidades de unas segundas elecciones están ahí, pero sinceramente dudo que se vaya a ello. El PP se arriesga a perder aún más, el PSOE podría consolidar su liderazgo pero también podría perderlo entero o en parte; Ciudadanos probablemente creciese y está por ver qué pasaría con Podemos y Vox. El resultado es que, creo, antes de verano tendremos algún tipo de gobierno de coalición, probablemente débil, y probablemente de izquierdas.

Como breve nota final, el Senado me lo salto. Mayoría absoluta del PSOE que sustituye a la mayoría absoluta del PP. Y ya.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de los resultados de estas elecciones?

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