Categories
Actualidad

Terrorismo en Cataluña

Desgraciadamente, toca hablar de nuevo de terrorismo, después de los atentados de ayer. El modelo de ataque sigue siendo el mismo que hemos visto en el pasado, un modelo barato y fácil de reproducir que solo requiere que unos pocos extremistas estén dispuestos a morir por ello. Más barato y fácil que entrenarles a usar explosivos que pueden ser rastreados, a pilotar aviones o a usar armas automáticas. Ciertamente no se consiguen así las cifras de muertos de las Torres Gemelas o los atentados de París, o Bagdad, pero se consigue mandar el mensaje de que no hay lugar seguro. Porque ese es el principal mensaje del terrorismo: que debemos vivir con miedo.

Para eso, lo que importa es ser capaz de romper la rutina y la percepción de seguridad. Se manda la sociedad a un shock ante la barbarie que podría haber afectado a sus ciudadanos y esta saca a flote todas las fracturas y divisiones internas: la doble moral por considerarnos diferentes a los que viven lejos, las reacciones impulsivas que han aupado a los grupos extremistas y los partidos políticos de extrema derecha, la construcción de más muros y vallas para defendernos del enemigo invisible…

Porque esa es una clave de todo lo que se busca con el terrorismo: la idea de que ningún lugar es seguro porque el atacante podría ser cualquier coche que pase cerca, cualquier persona que nos parezca sospechosa… así, una vez el miedo se ha metido dentro nuestra, somos nosotros mismos los que lo alimentamos al vivir con cuidado, al dejar de hacer lo que íbamos a hacer por si acaso pasa algo, etc. A medida que pasa el tiempo, por supuesto, el efecto de miedo va reduciéndose, motivo por el cual hay que perpetrar otro ataque en otro sitio, de modo que ningún sitio de Europa se sienta seguro.

Y así, paso a paso, ataque a ataque, se destruye la identidad europea y nuestros valores, a medida que cosas como el asilo a refugiados y la protección del débil empiezan a ser vistas como peligrosas para nosotros… al fin y al cabo, ¿quien sabe cuantos terroristas hay entre esos refugiados?

Por eso es importante, y esperanzador, que en la manifestación de hoy en Barcelona se corease “¡No tengo miedo!”. Así es como se derrota al terrorismo, no cediendo a sus juegos, no dejando que nos divida y enfrente. Plantándole cara simplemente a base de seguir con nuestras vidas diarias, sin miedo, sin duda. Y recordando, ya de paso, que somos Barcelona independientemente de donde estemos, igual que somos París, Marsella, Londres, Bagdad, Ankara y tantos otros sitios. El miedo busca dividir y enfrentar, desarmarnos y desarticularnos, pero mientras no le dejemos hacer su trabajo, habrá fracasado. Porque, al final, si todos recordamos que mueran donde mueran las víctimas han muerto personas y los atacantes son monstruos, estaremos lentamente avanzando hacia un mundo mejor.

Y de todas las posibilidades del mundo, esa es la que más miedo da a los terroristas de todo signo: que el mundo cambie en una dirección distinta a la que ellos quieren imponer.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de todo esto?

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.