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Crítica de Libro: The European Superpower

Escrito por John McCormick, este es un interesante libro que defiende la postura (poco frecuente) de que la Unión Europea ya se ha convertido en un superpoder por derecho propio (frente a la visión habitual que dice que el único superpoder en existencia actualmente son los Estados Unidos). Para ello analiza las diferentes dimensiones que componen la Unión, pero desde una perspectiva postmoderna y poco frecuente.

La clave de esta perspectiva es que parte del supuesto de que la definición tradicional de superpotencia ya no es válida en los tiempos modernos. Así, habitualmente la condición de superpotencia o no de un país depende casi por completo de su capacidad militar, algo en lo que realmente Estados Unidos no tiene adversario. Sin embargo, McCormick destaca las limitaciones que esa visión tradicional del poder tiene en la actualidad, debido a que cada vez más y más asuntos no pueden tratarse por medio de la fuerza.

Por el contrario, en el mundo moderno se vuelve cada vez más importante la capacidad de hacer que diferentes actores se pongan de acuerdo, la economía, la cultura, la legitimidad de las acciones… elementos que comúnmente se engloban dentro de lo que se llama el “soft power” y que es cada vez más relevante a la hora de tratar la mayor parte de los problemas actuales: el hambre, las enfermedades, la economía, el empleo, la reconstrucción de países, las ayudas humanitarias, la prevención de conflictos, el control del extremismo…

En casi todo eso la Unión Europea lleva una notoria ventaja a los Estados Unidos, siendo el ámbito de la proyección de la imagen del propio yo (cine, música, cultura…) aquel en el que Europa sale perdiendo con más claridad. Esta capacidad de poder de la UE es lo ha hecho que cada vez más la alianza con los Estados Unidos se debilite más y más, a medida que Europa cada vez es más consciente de que no necesita ya la protección de su “hermano mayor”. Y, para McCormick, el momento clave en que eso se puso de manifiesto fue cuando Francia y Alemania se opusieron claramente a la intervención militar en Irak.

Así pues, Estados Unidos se configuraría como un superpoder moderno (osea, tradicional, basado sobretodo en el campo militar) mientras que Europa lo haría como uno postmoderno, basado no ya en el combate, sino en la diplomacia y la sutileza. Uno que no usa las famosas zanahorias y palos, sino que se sienta a negociar y discutir en nivel de igualdad con los demás.

Costán Sequeiros Bruna

Y a ti, ¿qué te parece este libro?

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