Categories
Reflexiones personales

El Dominio de la Cultura

Muy a menudo, oimos hablar de la cultura española, de la cultura mundial, de la vasca o la gallega, de la subcultura gótica o metalera, o de cualquier otra variante. Y es que el término cultura es, probablemente, uno de los más vagos y maleables del diccionario.

Pero, ¿qué es una cultura? En mi opinión, la cultura es una suma de múltiples elementos: una historia en común, unas reglas de la vida en común, etc. Y todas ellas forman un único punto de vista del mundo, una percepción de la sociedad y de nuestro lugar en ella, que encaja dentro de una episteme social (que es una forma de procesar el mundo, de entenderlo y reaccionar a él, más básica incluso que una cultura).

Dado que la episteme es única para toda la sociedad a lo largo de periodos extensos de tiempo (hay probablemente una única episteme para toda la Edad Media, o como mucho dos, por ejemplo), las culturas que hay en dicha sociedad son siempre percepciones y modificaciones de esa única episteme y, como tales, siempre comparten una serie de valores comunes y percepciones del mundo.

Bueno, he usado una palabra erróneamente. No es que la episteme en un momento dado sea única, sino que hay una hegemónica sobre las demás. Las otras, mientras esta sea hegemónica, no pueden más que esperar a que llegue un momento de cambio epistémico para poder intentar hacerse ellas hegemónicas.

Por tanto, en una sociedad siempre hay una cultura hegemónica que es la que mejor encaja con esa episteme dentro de esa sociedad. Al lado de esa cultura hegemónica (digamos que la cultura española, que no la españolista) siempre hay culturas que siguen la misma episteme, y que solo varían elementos culturales. Por ejemplo, la subcultura gótica sólo destaca algunos elementos de la cultura dominante y deja otros en la oscuridad, pero sin nunca dar realmente elementos que contradigan los pilares centrales de la cultura hegemónica.

Junto a estas subculturas, existen otro tipo de subculturas que no son variantes de la cultura hegemónica, sino que son fruto de las epistemes no dominantes (por ejemplo, durante el siglo XIX en Francia, cuando ya se había acabado el Antiguo Régimen nobiliario y dominaba ya una episteme con claros elementos democráticos y demás, seguía existiendo un pequeño reducto de ex-nobles que mantenían la cultura anterior y su forma de ver la vida en pie). Este tipo de subculturas nunca serán de gran calado en la sociedad, precisamente porque no participan de esa episteme mayoritaria, y por tanto siempre serán rechazadas por la sociedad como conjunto.

Es en ese contexto donde aparece con gran importancia el cambio epistémico. Cuando este se da es cuando las epistemes y culturas no dominantes pueden tomar el poder de las que lo eran antes. Así, durante la Revolución Francesa, se expulsó a la cultura/episteme dominante nobiliaria, y se instauró una burguesa y democrática. Y, parejo al cambio de culturas, se produce el cambio de élites gobernantes.

Esa es la razón por la que Marx buscaba superar el capitalismo antes para que pudiese gobernar la clase obrera, porque esta nunca gobernaría dentro del modelo capitalista. Dentro de un modelo, siempre lo único que se produciría sería la alternancia entre unos y otros en el poder, pero siempre del mismo tipo. Y por eso las élites siempre tienen tanto miedo de los grandes cambios en la sociedad, pues saben que uno de esos cambios puede acabar con ellas definitivamente.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas?

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.