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Reflexiones personales

¿Es la Psicología una Ciencia?

Hoy, Héctor Puente me ha contado algo que no sabía: el descubridor del Síndrome de Deficiencia de Atención e Hiperactividad confesó antes de morir que era un síndrome inventado. Ahí es nada, el síndrome que más diagnósticos recibe al año, que se estudia en las universidades y aparece en los manuales… es una invención del Doctor Eisenberg. Ante noticias como esta, uno no puede más que preguntarse qué sistemas de control se usan en la investigación psicológica. Y el problema es que se usan unos muy deficitarios.

La psicología como ciencia está muy vinculada a la psicología como práctica de curación, lo cual es un vínculo peligroso. La psicología como práctica de tratamiento a los pacientes no es una ciencia, sino un arte, ya que se basa en aplicar conocimientos a casos concretos, no extrapolables en sus conclusiones a ningún tipo de población general. El problema es que, a menudo, los que avanzan la ciencia psicológica son los mismos que curan con ella, basándose en sus observaciones sesgadas de una muestra no representativa de la población.

Así, los psicólogos infieren conocimientos sobre la psique humana basándose en su experiencia sesgada: aquellos que van a un psicólogo no son representativos del total de la población, sino que pertenecen a cierta clase social, con ciertas preocupaciones y miedos, etc. E incluso aquellos que hacen experimentos más grandes muy a menudo recurren a voluntarios (normalmente estudiantes) y con muestras relativamente pequeñas (100 personas o menos) de la ciudad donde están haciendo las investigaciones. El resultado es que lo que ellos definen como patrones globales, no necesariamente lo son, y sus experimentos difícilmente se pueden replicar y contrastar… y así es como surgen enfermedades que nunca han existido pero que alguien puede vender y hacer que se extiendan.

Si tomamos por ejemplo las escalas de stress, veremos que todas asocian como mayor fuente de stress la muerte de alguien querido. Esto probablemente si sea un universal, pero probablemente a la gente de la Edad Media les afectase menos (en la época final, durante el gótico, la convivencia con los muertos era común y, además, iban a un lugar mejor); por otro lado, cosas que a nosotros no nos impactan a ellos si les generarían stress, como la herejía, o los pecados, o el infierno.

Uso el ejemplo de la Edad Media porque es muy visible, pero a lo que quiero llegar es que el estudio de la mente humana es necesariamente algo que depende de la sociedad en la que esta se inscribe. Cada sociedad decide lo que es normal, lo que no, y es la rotura o el juego con esas barreras sociales la que genera efectos psicológicos. En una sociedad donde se viese normal por ejemplo devorar el corazón de un enemigo caído en combate (como pasaba en la prehistoria, para hacerse con su fuerza) esto no generaría stress y, sin embargo, el canibalismo hoy en día lo generaría y mucho porque es un tabú inmenso.

La conclusión a la que quiero llegar es que la psicología realmente no es una ciencia. Una psicología hecha en Minesotta daría resultados a menudo diferentes a lo observable en Berlín, y no digamos en Kabul o Pekín. Y, sin embargo, se hace pasar por un universal, de modo que en todo el mundo se usa el DSM como manual de diagnóstico, construido este sin embargo sobre infinidad de observaciones concretas de psicólogos con pacientes concretos… condicionadas todas ellas por el TSM anterior, que ya decía cómo observar y qué significaba cada cosa.

El problema principal, más allá de lo metodológico, es que la psicología es una concreción del estudio del ser humano en sociedad, de la sociología. No se puede entender la mente humana sin entender el lugar que en ella ocupa la negociación colectiva, las instituciones, etc. Es como la economía, que si se toma por separado se encuentra con la paradoja de que hay gente que prefiere pagar más por un producto de igual calidad simplemente por la marca, o por la publicidad, o por lucirlo u otros fenómenos sociales.

El estudio de un trozo suelto de la sociedad, de uno de sus aspectos, puede producir mucho bien, como profundización de ese conocimiento. Mucho ha descubierto la ciencia política sobre el funcionamiento de la democracia, por ejemplo; pero es lo mismo que el ginecólogo de un hospital, un conocimiento especializado que necesita del resto de conocimientos de la sociedad para encajar.

Ya, si esos estudios además se basan en una metodología poco científica… bueno, el resultado es poco menos que homeopatía. Parece ciencia, usa algunas cosas de ciencia, pero no lo es. Y, lamentablemente, el caso de Eisenberg demuestra que la psicología demasiado a menudo cruza esa línea.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de la psicología?

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