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Guardate de los Idus de Marzo: la Política en Italia

Julio Cesar, uno de los destructores de la democracia plutarca que era la República Romana sube la escalinata camino del Senado y es acuchillado decenas de veces por sus compañeros, incluyendo a su propio segundo, su hijo Bruto. Algo más de dos mil años después, Enrico Letta, Primer Ministro no electo de la democracia representativa donde importa demasiado el dinero que es la República Italiana, es destrozado con las puñaladas figuradas de su segundo, Matteo Renzi. ¿Alguien ve algún elemento en común?

La historia italiana está llena de este tipo de elementos, desde las sucesiones de los Papas a la cabeza de los Estados Papales (con los Borgia como ejemplo clásico, aunque estos técnicamente fueran españoles), las lecciones sobre cómo gobernar de Maquiavello basadas más en la capacidad de mantener y aumentar el poder que en hacer las cosas bien, o la sucesión de Primeros Ministros que ha tenido la actual democracia italiana, donde el único con cierto grado de estabilidad ha sido Berlusconni.

Es irónico, ¿no? Por mucho que sea la corrupción y el populismo encarnado, Berlusconni ha sido de los Primeros Ministros que ha tomado el poder de forma democrática en unas elecciones y lo ha mantenido así. Cierto, las artimañas y  trampas legales dentro y fuera de los juzgados se han sucedido, sin duda, pero estamos hablando de Italia, ¿no?

A Berlusconni le sigue Monti cuando al primero lo expulsa Giorgio Napolitano con la ayuda de Europa. Ciertamente, muy democrático. Monti, un tecnócrata europeo mantiene el poder un año antes de que se convoquen las correspondientes elecciones, y consigue cambiar algunas cosas dentro de la economía italiana, pero dejando muchas cosas importantes fuera. Esas elecciones las gana Bersani, sin embargo entre la antipolítica del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo y los sabotajes de Berlusconi, es incapaz de formar gobierno, y su imagen política se destruye al tratar de pactar una salida con Berlusconi. Así que Giorgio Napolitano interviene de nuevo y pone en el poder a Enrico Letta, que técnicamente no fue elegido, pero ¿a quien le importa a estas alturas? Mientras tanto, Napolitano revalida su posición como Presidente del país, aunque técnicamente no debería, pero total ya… Así que llegamos al verano, donde Berlusconi es destruido políticamente y entregado a las fieras por quien era su mano derecha, Alfano, que se encarga de ocupar su posición política y sostener el gobierno de Letta. Pero, mientras tanto, Matteo Renzi va ganando posiciones y poder, y no se contenta con ser el segundo de Letta sino que, a base de puñaladas, le acaba sucediendo anteayer, dejando su cadáver político fuera.

Así pues, en resumen, desde las anteriores elecciones ganadas por Berlusconi, se han sucedido cuatro Primeros Ministros italianos, de los cuales el único elegido democráticamente es el que no logra formar gobierno y, por tanto, nunca llega a tomar su posición. De los que estaban en el poder, dos han sido destruidos por sus manos derechas independientemente de sus partidos y discursos (Alfano se encarga de Berlusconi, Renzi de Letta), en maniobras entre bamblinas que nada tienen que ver con la democracia sino con las manipulaciones clásicas de príncipes y gobernantes desde hace dos milenios.

Por ello, hoy en día nos encontramos con que gobiernan italia Bruto (Renzi) y le acompaña a su lado Bruto (Alfano), herederos de una larga sucesión de Brutos y Césares, donde la democracia ha brillado por su ausencia. Y la lista podría haber sido mucho más larga si nos vamos más atrás y vemos lo inestables que han sido todos los gobiernos italianos, divididos entre las puñaladas internas, los excesos de ambición y la corrupción. Parece que demasiada gente ha recibido ofertas que no han podido rechazar.

No resulta sorprendente así el ascenso de la antipolítica del Movimiento 5 Estrellas, canalizadora del gran descontento de la ciudadanía con la casta política que les gobierna, así como del nacionalismo xenófobo y populista de la Liga Norte, que tan pronto está aliada con Berlusconi como corta las relaciones para no caer con él. Claramente, esta es la Casa de los Cuchillos Voladores, y no la de la película.

Y, en el medio, ¿dónde queda la ciudadanía? El post lo iniciamos con la caída de César, y creo que toca volver al nacimiento del Imperio Romano. El acceso al Senado Romano dependía de una plutocracia, de tener ciertos ingresos, y haber cubierto una serie de oficinas de camino hacia arriba (en particular, gobernar una provincia). Los que estaban abajo votaban por castas a algunos cargos, pero en realidad democráticamente pesaban poco al estar fuera del Senado.

Era un sistema mucho más complejo de lo que acabo de describir, es cierto, pero lo que importa es que la sociedad civil italiana se encuentra hoy en día en una posición muy similar. Sus votaciones parecen tener muy poco que ver con quien gobierna, y las movilizaciones populares todavía son minoritarias o acalladas rápidamente. No resultaba sorprendente hasta ahora, pues el control de Berlusconi sobre los medios de comunicación es grande, pero con él más o menos fuera del cuadro, ¿qué hará ahora la sociedad civil? Lo suyo sería que comenzasen a organizarse, buscando construir mecanismos de rendimiento de cuentas serios en la política italiana, que lleva la partitocracia a un nuevo nivel que deja atrás incluso a la española.

El problema es que la sociedad civil no construye un tejido asociativo independiente y fuerte del día a la noche. Lleva tiempo construirlo, consolidarlo, que cree vínculos entre sí y presione con demandas que establezcan una democracia de verdad. Es una lucha larga y dura. ¿Qué pasa mientras?

Lo de siempre, cuanto más cambian las cosas, más permanecen iguales. Y es que sólo me queda una cosa por decir: Renzi, guárdate de los Idus de Marzo, porque no parece probable que vayas a aguantar mucho en el mar de puñaladas en el que tú mismo te has inmerso. Querías restaurar y crear una nueva política italiana, y lo único que has hecho es añadir un capítulo más de lo mismo, ampliar un poco más las cloacas de la política. ¿Tocará el año que viene, por estas fechas, escribir un nuevo post para actualizar la lista de traiciones?

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de la política italiana?

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