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La Debilidad de la Izquierda

Leyendo esta noticia del País no pude menos que pensar que la destrucción de la izquierda en Italia y Alemania no va sola. En Francia la izquierda no es precisamente fuerte, por no mencionar la división interna del Partido Socialista de ese país. En Inglaterra y Estados Unidos, los partidos no se diferencian entre izquierda y derecha, y si analizas sus programas no se podrían calificar de izquierdas ni de lejos. En Polonia gobierna la derecha más rancia. En Latinoamérica conviven políticas de izquierdas con otras de derechas, en medio de la corrupción. Ciertamente, China o Japón tampoco son precisamente ejemplos de gobiernos de izquierda. Israel y su relación con Gaza hablan por si solos, pero tampoco los países árabes son mejores en eso. De África ni hablamos. Globalmente, la izquierda sufre.

Pero, ¿y España? Bueno, técnicamente nos gobierna el PSOE, que nominalmente es un partido de izquierda, y eso es bueno. Sin embargo, si nos fijamos, las tendencias crecientemente bipartidistas que encontramos en nuestro sistema (especialmente debido al “voto útil”) están dañando enormemente a otros sectores de la izquierda (especialmente Izquierda Unida), dejando un sistema donde dos partidos de centro poco diferenciados comparten el escenario con diversas fuerzas nacionalistas o regionalistas.

¿Qué pasó con la izquierda, y el programa social, que triunfaban después de la Segunda Guerra Mundial? ¿Qué ocurrió con las expansiones de los sistemas de bienestar? ¿Y con el equilibrio entre patronal y trabajadores? Lo cierto es que los destruyeron la crisis del 73, con todos sus corolarios. Tras ella, el neoliberalismo caminó rampante y triunfal, cambiando políticas y evitando la expansión del Estado de Bienestar (que no su desarticulación, como a menudo se dice).

Sin embargo, ¿la crisis actual no es suficiente para demostrar a dónde nos lleva ese camino? Parece que no. O, al menos, no tenemos políticos de una calidad suficiente como para aprovecharla para fortalecer las posiciones de izquierda y derribar a la derecha y el neoliberalismo.

Parece que los partidos del cambio han movido sus posiciones. Ya no se lucha contra el neoliberalismo, sino contra la globalización. Vaya estupidez. La globalización, como todo proceso, no es en si misma ni buena ni mala. La globalización no tiene contenido, es lo que hacemos nosotros que sea. El problema es que el nosotros está desaparecido en la globalización económica y política, dejándonos sólo aparecer tenuemente en la social.

Por tanto, la salida comienza por cambiar nuestras demandas sociales. Siempre se ha demandado protección, seguridad, orden… quizás es hora de exigir que el gobierno esté en nuestras manos, que el mundo esté en nuestras manos. Es obvio que ellos no pueden hacerlo del todo bien, y en otros campos nos dejan fuera completamente, así que es hora de comenzar a presionar por conseguir algunas insituciones más participativas, que permitan canalizar nuestros propios intereses y no los que otros creen que nos corresponden. Y, quizás, algún día pronto podamos incluso soñar con un autogobierno que realmente muestre los intereses sociales que tenemos. Y de ahí, lentamente cambiamos la globalización a un proceso socialmente positivo.

Costán Sequeiros Bruna

Estos son los comentarios del antiguo blog:

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