Categories
Sociología

La Sociología y la Mirada al Futuro

El post de hoy es en respuesta a la Carta Abierta a los Sociólogos, publicada por Justo Serna.

En su texto, parte de una premisa que considero errada. Considera que la ciencia surge para perdecir fenómenos, en el sentido de que tiene que decir lo que va a venir. Y eso, en mi opinión, no es el caso. Cuando la teoría cinética newtoniana predice que una bola lanzada al aire a determinada velocidad tardará cierto tiempo en caer no está prediciendo el futuro, no dice si habrá bola o no, sólo que si la hubiese y esas fuesen las condiciones tardaría ese tiempo en caer. La sociología es igual.

Cuando la sociología analiza la sociedad, su objetivo es alcanzar la mayor profundidad posible en el entendimiento de la misma, ver en sus mismo código genético social, en las reglas normas y regularidades que la constituyen. Pero eso no implica que pueda adivinar con una bola de cristal lo que va a venir después. Hasta que Seldon invente la psicohistoria (como narra Asimov en Fundación), ese seguirá siendo el reino de los adivinos. Las razones de esto son dos.

Por un lado, vivimos en una sociedad que conocemos imperfectamente, de modo que demasiadas cosas son todavía desconocidas. Y esta sociedad además cambia a toda velocidad y se encuentra interconectada a nivel global con otras sociedades conocidas imperfectamente. Cuando algo inesperado ocurre en una, de pronto eso tiene consecuencias de distinto grado por todo el globo, distorsionando el cuadro y llevando la historia por derroteros imposibles de prever. La Primavera Árabe es un buen ejemplo de ello.

Y lo segundo, relacionado con su cuestión sobre la visibilidad de los sociólogos y la sociología, es que la sociedad cambia cada vez que la sociología hace una afirmación porque hay gente que lee lo que dice. Al leerlo, reaccionan en consecuencia, y al hacerlo cambian sus patrones de comportamiento de modos completamente imprevisibles cuando se hizo el estudio, llevando con ello a resultados diferentes de lo predicho. Es el problema de la reflexividad de la sociología.

Así pues, los sociólogos nunca hemos predicho (excepto, acaso, Marx y ya se ve lo cerca que estuvieron sus predicciones de la realidad), sino que siempre hemos dicho lo que vemos y observamos. Opinamos, desde luego, pero con fundamento científico y base analítica, y al hacerlo condicionamos lo que ocurre de modo consciente e inconsciente. Valoramos, porque seguimos siendo personas por muy objetivos que tratemos de ser, y en muchas de las corrientes y ámbitos también prescribimos lo que creemos que puede ser el camino más beneficioso (políticas públicas, por ejemplo). En cuanto a qué decimos tras el desorden, la respuesta es la misma que siempre: muchas cosas, sobre rutinas, prácticas sociales, instituciones, relaciones de poder, cambio, permanencia, luchas sociales, globalización, riesgos, economía, influencia, relaciones humanas, y un sinfin de otras cuestiones. Porque una lección básica que se sabe con la sociología o la historia es que el desorden actual sólo es el germen del orden futuro, de la clase que sea, igual que lo fueron los pasados.

Por tanto, si quiere saber qué decimos, no pregunte en vacío qué decimos: decimos de todo, en todo lugar y de todo ámbito. Por el contrario, mire las publicaciones que surgen, siga las revistas académicas, mire lo que analizan los think tanks o las tesis que se publican. Como verá, la sociología está muy lejos de estar callada, por mucho que la gente tienda a prestarla poca atención.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas?

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.