Categories
Reflexiones personales

Política Internacional: Marte Frente a Venus

Esta es una idea que me viene de lejos, de mi primer Congreso de sociología en Alicante, de una conferencia de Emilio Lamo de Espinosa (si no recuerdo mal). En esa ponencia, el docto exponía cómo, en política internacional, Estados Unidos se comportaba como Marte, mientras Europa tenía una aproximación más próxima a Venus.

Osea, la política internacional de Estados Unidos se basa en su potencia armamentística y la amenaza de usarla. Es herencia de la Guerra Fría, supongo, cuando el mundo se dividió entre aquellos que tenían armamento nuclear y los que no. Osea, entre los que mandaban, y aquellos que dependían de ellos. Entre los que podían destruir el mundo y los que podían ser destruidos.

En cierta medida, parece que Estados Unidos aún viva anclado en ese mundo dicotómico. Quizás es por el gobierno de los conservadores. Sea por la razón que sea, la política exterior de ese país se basa en dos manos: en una la economía agresiva de la que ya hemos discutido, y en la otra la potencia de sus silos nucleares, sus flotas armadas, sus tanques y sus tropas. Un ejército realmente potente. Así que impone sus políticas y decisiones en base a los préstamos del Fondo Monetario Internacional y la amenaza de una guerra preventiva que arrase el país objeto.

Por el contrario, Europa no posee unos recursos militares tan fuertes, aún cuando poseemos unas pocas cabezas nucleares. Por el contrario, tenemos una historia de conquistas mucho más larga, para bien y para mal, y unos lazos culturales con muchas más culturas debido a nuestras épocas coloniales. Así que, mientras que Estados Unidos usa una combinación de armas y economía, nosotros usamos una táctica basada en la influencia cultural y una apariencia más neutra y pacífica. Al fin y al cabo, nuestras guerras recientes (terribles) han recibido siempre mucha menos atención internacional que las americanas.

Así que surge la pregunta, ¿es el mayor poder diplomático consecuencia precisamente de que el ejército europeo sea menor que el americano, que no seamos ya una hegemonía? Si nuestro ejército creciese, ¿regresaríamos a intentar imponernos militarmente sobre el mundo? ¿Hemos descubierto el poder del diálogo y la paz, o simplemente nos hemos resignado a lo que podemos usar al carecer del poder militar total?

Lo cierto es que no tengo las respuestas, ni creo que nadie las tenga. Los pesimistas (que se llaman a si mismo realistas) te dirán que si, que si Europa tuviese un ejército mayor lo usaría sin dudar. Los optimistas (que los otros llaman soñadores) te dirán que, quizás, hayamos aprendido tras siglos de experiencia y baños de sangre.

Yo… yo no lo se. Supongo que un poco de ambos, y que la cicatriz de un siglo XX que ha arrasado Europa todavía se nos nota. Guerras Civiles, Guerras Mundiales… todas visitaron Europa y bañaron nuestros campos con la sangre de los nuestros. Espero, sueño, deseo, que algo hayamos aprendido de ello.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de esto?

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.