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Sociología

¿Qué es la Ciencia?

A raiz del post del otro día sobre si la psicología era o no una ciencia, se plantea la cuestión inevitable de qué características tiene la ciencia en si misma. Lo principal es que la ciencia es uno de los muchos tipos de conocimiento que tenemos los seres humanos; si reflexionamos generamos conocimiento filosófico, si meditamos conseguimos conocimiento interior, si rezamos tendremos conocimiento religioso, si nos relacionamos con otras personas conocimiento humano… y si seguimos el método científico generaremos conocimiento científico. Esto no lo hace ni inferior ni superior al resto de conocimientos, pero sí le da muchas otras características que hacen que sea preferible a los demás para muchos ámbitos. Así, la ciencia puede tratar de algo tan grande como las reacciones en el núcleo de una estrella, o tan pequeño como una reacción química entre átomos; algo tan concreto como el estudio de un partido político, o tan abstracto como una fórmula matemática. Todo ello, siempre que se haga científicamente.

El primer pilar del conocimiento científico es la observación y la medición (no necesariamente en términos numéricos, sino que anotar características cualitativas es medir también). Así se observan los entornos que nos rodean, las relaciones entre fenómenos, etc. tratando de aprehender sus propiedades. Muchas ciencias, especialmente las más físicas, usan experimentos como modo de controlar los elementos que intervienen en cada acción que estudian y así poderlos observar en entornos controlados.

Luego, la ciencia prosigue construyendo modelos hipotéticos y teóricos que explican lo observado. Usan todos los datos que obtienen con la observación para tratar de buscar las causas y las consecuencias de lo que ocurre, las relaciones entre distintos fenómenos, sus propiedades, etc. Estos modelos deben basarse por completo en la empiria, y en un número significativo de análisis de modo que los resultados no varíen simplemente por haber tenido muestras muy pequeñas que no sean significativas y que hayan desviado el resultado por su casuística.

Finalmente, todas estas teorías y datos se ofrecen como explicación de los fenómenos ante el resto de la comunidad. Y esto es muy importante porque la ciencia nunca demuestra verdades, sino que avanza demostrando falsedades (“el agua no cae hacia arriba, por tanto cae hacia abajo porque hay gravedad”). Lo que ofrece son las mejores explicaciones posibles para un fenómeno dado teniendo en cuenta la observación realizada, porque siempre se pueden inventar nuevos aparatos que midan nuevas dimensiones que no estaban analizadas y que eran importantes, por ejemplo; al compartir todo esto con la comunidad en general, se consigue que la ciencia sea falsable: cualquiera puede venir y comprobar si lo afirmado se cumple o no y, en caso de que no lo haga, desecharlo y construir una nueva teoría que explique lo anterior y lo nuevo. Ese es el caso de la teoría de la relatividad de Einstein, por ejemplo, que cogió la física newtoniana y demostró que sólo era cierta cuando la relatividad era nula, pero para el resto de casos había que estudiar la dinámica teniendo en cuenta la propiedad de la relatividad que Newton jamás conoció.

El resultado es que la ciencia raramente produce verdades, sino que siempre produce afirmaciones teóricas que son “ciertas hasta que se demuestre lo contrario”. Esas afirmaciones teóricas, en ocasiones han sido comprobadas tantísimas veces y por tantos caminos que llegan al raro rango de leyes científicas, que son aquellas afirmaciones (como la termodinámica) que se consideran ya verdades definitivas porque jamás se ha podido demostrar lo contrario.

Por tanto, en gran medida, la ciencia es un conocimiento fruto de gente en laboratorios, con lupas, con encuestas, etc. Todos ellos construyen un conocimiento entre todos que es acumulable (porque las teorías demostradas anteriormente se pueden usar para construir nuevos análisis) y que encaja con la realidad que se observa del mundo, siguiendo unos métodos rigurosos y con muestras de estudios amplias como para poder extrapolar los resultados. Es, por tanto, un conocimiento objetivo, exterior a los estudiosos, sistemático, racional, universal, crítico y verificable.

Luego, existen los técnicos, que son aquellos que cogen el conocimiento científico y lo transforman en objetos y cosas. Un ingeniero de una empresa no es un físico, sino que coge las investigaciones científicas en torno al láser, por ejemplo, e inventa un lector de CDs; un médico de un hospital no es científico tampoco, sino que aplica lo estudiado por los biólogos a la hora de tratar de curar a un paciente. Todas las ciencias tienen su contrapartida técnica, en cuanto ese conocimiento se transforma en bienes útiles para la sociedad, aunque en muchas ocasiones una misma persona puede actuar como científico a veces y como técnico otras como, por ejemplo, un matemático que por las mañanas trabaja en su laboratorio tratando de resolver una ecuación que no se ha resuelto y por las tardes construye un programa de análisis estadístico para un banco.

Por todo esto, la ciencia es la única productora de conocimiento que sabemos que se ajusta a la realidad de modo comprobable empíricamante. ¿Es la única que produce conocimiento verdadero? No necesariamente, los filósofos de la Grecia clásica ya conocían los átomos y los incluían en sus reflexiones sobre el mundo… pero era un conocimiento por reflexión, jamás podían demostrar la verdad de ello ni cómo funcionaban, sólo inventarlo; y por cada invención que la filosofía o la religión han obtenido que encaja en la realidad, otras muchas no lo hacían, como demuestra que no hay un Zeus arrojando rayos desde el cielo.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de la ciencia?

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