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Reflexiones personales

¿Qué es la Unión Europea?

Aparentemente, esta pregunta puede no tener mucho sentido. Al fin y al cabo, todos sabemos lo que es la Unión: la UE es… bueno, es la Unión. Y es que, si comenzamos a buscar una palabra en concreto que la defina, lo que nos encontramos es que ninguna lo hace satisfactoriamente. Veamos:

-Estado: ciertamente, la Unión posee algunas de las características de los Estados (un territorio, una política monetaria, un Parlamento, unos tribunales, un conjunto de leyes, cierta soberanía…) pero también carece de otras (un ejército propio, una política exterior única, otros elementos de soberanía…).
-Gobierno: aunque se pueda ver a la Comisión como un Ejecutivo, decir que la Unión es un gobierno sería equivocado pues no sólo tiene competencias ejecutivas, sino también legislativas y judiciales. Además, al no ser un Estado, no puede ser un gobierno.
-Proceso: desde luego, una parte importante de la Unión es su proceso de construcción, pero este proceso no es un proceso “ciego” y sin directriz (como pueda ser la globalización), sino que se encuentra dirigido por unas concreciones físicas (Comisión, Consejo, Parlamento, Tribunal) que hacen que sea mucho más que un simple proceso.
-Institución: está institucionalizada, eso es cierto, pero desde luego no es sólo una institución (para empezar, de hecho, sería un conjunto de instituciones). Al fin y al cabo, carece de la completa “independencia” tradicional de las instituciones, al estar parcialmente determinada en su funcionamiento por elementos exteriores a ella misma (los Estados que la componen).
-Organización: ciertamente, la Unión está organizada, pero reducirla a su parte organizacional es olvidar todas sus dimensiones sociales, así como el enorme grado de fusión que tiene con numerosas otras organizaciones de diferentes maneras (por ejemplo en su capacidad de dictar leyes económicas que afecten a las empresas privadas).
-Pacto: originalmente, la Unión era un conjunto de pactos y tratados, es cierto, pero hoy en día es mucho más que eso. Si aplicamos este punto de vista, lo que estamos es defendiendo la mayor importancia de los Estados que componen la Unión por encima de la misma, y por tanto, una visión más confederal. Ciertamente, hoy por hoy eso no es del todo correcto, dado que los propios pactos y tratados han creado un organismo nuevo con poder dentro de los mismos pero al margen de los Estados que lo componen.
-Sistema: decir que es un sistema con subsistemas dentro es cierto, pero en el fondo no deja de ser bastante poco decir. Todo modelo político/económico/social es un sistema, y la Unión no es una excepción, pero dejarlo en sistema es decir muy poco de lo que la hace específica.

A mayores de los problemas para buscar una palabra que defina completamente la esencia de lo que es la Unión, nos encontramos con problemas incluso para buscar la palabra que dimensione esa esencia. Tradicionalmente, se han usado dos:

-Internacional (aunque, realmente, debería ser la palabra inter-estatal): es indudable que la Unión es un producto de las relaciones exteriores de los Estados que la componen, pero no se limita simplemente a esto. Aplicar una visión de organización internacional implica situarla al mismo nivel de organizaciones como la ONU, donde el poder completo lo poseen los Estados que la componen. Sin embargo, esto no es así en la Unión, donde el poder de los Estados (representados en el Consejo) es equilibrado por el propio poder de la UE (en el Parlamento, la Comisión y los Tribunales Europeos).
-Transnacional/supranacional: la idea de que es algo que supera a los Estados, que los trasciende y engloba es la propia de la perspectiva federalista, que busca la construcción de la UE como un nuevo órgano superior a los Estados. Aunque es cierto que posee varias de las características de un sistema federal (una política monetaria, por ejemplo), le faltan otros (como el sistema de defensa y política exterior común). Además, esta perspectiva implica un punto de vista donde lo que prima es la propia UE por encima de los Estados que la componen, lo cual no es del todo cierto.

Así pues, como veis, el vocabulario político moderno es insuficiente para dar una adecuada descripción de la Unión Europea como un todo. Cada una de las palabras deja algo de lado. Personalmente, creo que es preciso solucionar esto, pues sin una apropiada definición de lo que es, la Unión permanecerá en el limbo de las ideas “a medio cocer”.

Quizás, un punto de partida interesante sería reconstruir el vocabulario político no partiendo de todo el bagaje que cargamos desde el siglo XVIII, sino repensándolo desde los términos modernos. Teorías como las de la sociedad red o la gobernanza multinivel dan un mejor punto de partida para explicar lo que es la Unión Europea que las antiguas ideas de Estado o Federación.

Sin embargo, al menos yo, aún no he dado con esa palabra mágica que la defina. ¿Alguien sí?

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿cómo la definirías?

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