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¿Qué son las Retenciones Fiscales?

He visto a varias personas quejarse del abuso que suponen las retenciones, de modo que claramente no estaban entendiendo qué eran y para qué servían, de modo que he pensado que es un buen tema sobre el que escribir un post.

El Estado de Bienestar supone un esfuerzo económico inmenso. Sólo este año, y teniendo en cuenta que estamos en vacas flacas y por tanto los presupuestos son menores que lo habitual para reducir déficit, se ha presupuestado un gasto total de 362.788.500.000 € (son los gastos estatales, de modo que si no me equivoco correspondería una cantidad casi igual a las Comunidades Autónomas a mayores). Una cantidad astronómica.

Este gasto lo pagamos entre todos, por un lado básicamente mediante los impuestos al consumo (IVA en especial, pero no únicamente) y por otro por medio de los impuestos directos. De entre estos, el más importante y conocido es el que se deriva de nuestros beneficios y ganancias a lo largo del año, y que se formaliza en la Declaración de Hacienda que hay que hacer anualmente.

Y aquí es donde intervienen las retenciones. Si tuviésemos, por ejemplo, que declarar 12.000 € a Hacienda en un único mes, nos destrozaría por completo la economía de ese mes; sin embargo, las retenciones lo que hacen es que la empresa paga directamente la parte correspondiente a tu nómina a los impuestos, reteniéndote todos los meses (imaginemos) 1.000 €, de modo que cuando llegue la declaración a ti no te toque pagar, y no tengas que pasar por el “mal trago” de abonar todo de golpe.

Entonces, ¿por qué nos devuelven dinero o nos toca pagar a mayores? Si toca pagar, generalmente se debe a ingresos que la empresa no ha calculado (por acciones en bolsa o propiedad de más de una casa, por ejemplo) o a que tenemos las retenciones más bajas de lo que nos correspondería por una u otra razón. Por otro, si nos toca a devolver se debe a que la empresa no puede saber qué desgravaciones nos corresponden (por ejemplo, las que se derivan de vivir en alquiler), y por tanto nuestra retención es más alta de lo que corresponde.

Como se deriva de todo esto, en ningún momento el Estado nos paga; por el contrario, Hacienda sabe cuánto debe cobrarnos al año para el mantenimiento del Estado del Bienestar, y si nos ha cobrado de más nos devuelve lo que ya es nuestro.

Es con el dinero que el Estado se queda por tanto, mediante las retenciones y el saldo que salga de la Declaración de cada uno, como se pagan la educación pública, los servicios de justicia o defensa, las construcciones públicas, etc. pero sobretodo los gastos de protección social (pensiones, paro, etc.) que son, con diferencia, la pieza más cara de la economía de nuestro país (y cualquier Estado del Bienestar).

Por eso, cuando se habla de reducir la deuda (que este año se pagarán 27.400.000.000 €, una cantidad enorme pero inmensamente inferior a otras partidas) siempre se habla de desmantelar el Estado de Bienestar, y los gastos en protección social (183.308.130.000 € este año). Por ello, es el esfuerzo de todos pagar por los servicios de los que gozamos, y que nadie os haga creer lo contrario.

Costán Sequeiros Bruna

PD: Si queréis información más detallada, os recomiendo que consultéis el Cuaderno Blanco que el Ministerio de Hacienda publica todos los años, o incluso (si ya tenéis mucho ánimo) la Ley General de Presupuestos de este año.

Estos son los comentarios del antiguo blog:

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