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Reflexiones personales

El capitalismo actual (II)

capitalismo actualTras el recorrido por cómo se ha ido configurando y evolucionando el capitalismo, es hora de ver qué aspecto ha tomado en la actualidad. El sistema capitalista actual, como conjunto, se ha estructurado en torno a una serie de elementos interrelacionados, unos internos a las personas, otros sistémicos, etc.

Uno de los principales cambios es que se ha separado el valor del objeto de ese valor. Era lo que se llama el valor de cambio (el precio) y el valor de utilidad (lo que ese objeto hace). Así, dos modelos de zapatillas son iguales de útiles para caminar, pero si una es de la tienda de la esquina y la otra es de Nike su precio monetario será enormemente diferente. La razón es fruto del desarrollo de lo que se ha llamado el valor de marca, que Naomi Klein describió genial en No Logo, y que hace que el valor de las empresas y de los productos no dependa de la realidad de ese producto/empresa sino de la percepción que la gente tiene de ella y la posición de mercado. Si consigues por ejemplo que tus zapatillas se asocien a la idea de prestigio, la gente estará dispuesta a pagar más para diferenciarse de los demás y demostrar así su mayor posición (un BMW en vez de un Ford Fiesta, unas vacaciones en Cancún en vez de la playa del pueblo, etc.).

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Sociología

¿Cuánto Vale una Empresa?

Tradicionalmente, el valor de una empresa era una suma relativamente clara de sus activos, el dinero que ganaba, la cantidad de inversión que tenía, los productos que sacaba a la venta al año, etc. Se podría decir que, en gran medida, era un valor relativamente objetivo que decía cuánto valía realmente esa empresa. Sin embargo, eso cambió completamente cuando, en 1988, Philip Morris compró la empresa Kraft por seis veces más de lo que valía. ¿Qué pasó ahí? ¿Se había vuelto loco?

Para nada, lo que Philip había valorado era una cosa inmaterial pero clave en cualquier empresa: por primera vez, le había puesto precio a la marca. Como narra Naomi Klein en “No Logo”, lo que había hecho era ponerle un precio a un intangible que sumaba en su interior elementos como la satisfacción de los clientes, el posicionamiento en el mercado, el cariño de los compradores, etc. Las décadas previas en el trabajo de las marcas empresariales, especialmente desde la publicidad, se habían finalmente traducido en un valor en dinero por primera vez.