Sinceramente, no pensaba escribir nada más hoy, con la entrada anterior ya llegaba… pero leer el periódico en ocasiones trae estas sorpresas.
¿Qué decir? La verdad es que podría disertar horas y horas acerca de la estructura de la Iglesia y su complicada línea de adaptación a los cambios en el tiempo (en la cual han sido muy exitosos desde hace unos 1700 años)… y, sin embargo, me faltan las palabras.