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Reflexiones personales

Transparencia y Corrupción

Miremos a donde miremos, los escándalos de corrupción se suceden. Bankia, la financiación de Sarkozy, Gürtel, los casos de plagio en Rumanía, etc. Y parece que, junto a esto, nos encontramos con una justicia incapaz de actuar, desde la pérdida de rango de juez de Garzón a los bloqueos del PP a cualquier tipo de investigación en el Parlamento.

Pero no sólo la corrupción parece extenderse, sino que cada vez más aspectos del poder se muestran descarnados ante los que miramos. Bombardeos con drones en Oriente Medio, donde para matar a un terrorista mueren varios civiles. Presiones de los políticos que ronzan el chantaje o que fuerzan a los demás a tomar decisiones por su simple poder superior, como el sometimiento de Grecia ante las dracónicas imposiciones de la UE. Venta de armas a gobiernos que las van a usar para violar los derechos humanos. Y la lista sigue.

¿Es todo esto nuevo? ¿De dónde sale? ¿Por qué no se hace nada al respecto?

La respuesta, probablemente, es que no es nada nuevo. Al contrario, el poder ha tenido sus aspectos oscuros y corruptos desde siempre, mucho antes de que Maquiavelo escribiese que el gobernante debe ser zorro y león para mantener el poder. Asesinatos, envenenamientos, secuestros, jueces que miran en otra dirección, pago de favores con dinero… nada de eso es nuevo. Entonces, ¿qué es lo que ha cambiado para que ahora esté en todas partes?

Lo que ha cambiado es la sociedad. Cada vez más, los medios de comunicación tienen acceso a información que antes les estaba vedada: sepultada tras puertas cerradas, controlada por agencias opacas, oculta. Pero los medios han ido abriendo esas puertas desde que se inventó el periodismo de investigación, y cada vez esto ha ido a más. El escándalo y la corrupción venden, de modo que vale la pena investigarlos.

Pero no sólo los medios de comunicación habituales tienen ya ese interés. Cada vez surgen modos desde la propia sociedad civil para abrir y documentar las prácticas corruptas. Desde vídeos colgados en Youtube que muestran la violencia policial, hasta las desclasificaciones masivas de datos de WikiLeaks. Y estos medios son enormemente difíciles de controlar para el poder, que ya no tiene modos de ir buscándolos uno a uno para cerrarlos. Pueden borrar un vídeo, o detener a Assange, pero el proceso de transparencia de la sociedad continua avanzando imparable. La torre central del panóptico social es cada vez más transparente a los vigilados.

¿Entonces, por qué no cambia la forma de usarse el poder? ¿Por qué no entienden que ahora se les encuentra cada vez con más facilidad? En parte, innegablemente, porque se sienten inmunes. Con todos sus recursos, los poderosos sienten que son superiores, inalcanzables, y que aún que fuesen por ellos, podrían manejar la salida sin problemas para no verse juzgados. Berlusconni sería el paradigma de esta aproximación.

Pero, probablemente, lo que más pesa es que ellos aún no han entendido, desde sus torres de marfil, el profundo cambio que está sufriendo la sociedad. No lo ven, lo analizan desde las teorías antiguas, piensan que la sociedad solo ve a través de los periódicos y telediarios, y que sólo están interesados mientras están en la tele. Eso cada vez es menos cierto. La sociedad es más culta, está mejor informada de lo que ocurre, y sabe lo que quiere. La derrota del PP tras los atentados de Madrid en 2004, debería haberles servido de toque de atención sobre el precio que tiene mentir a la población repetidamente.

Sin embargo, pormucho que quieran permanecer en sus encierros y no abrir los ojos a la verdad, esta cada vez se les va a ir imponiendo más y más. La sociedad está despertando, ya ha dado unos manotazos, y con el final del sueño vendrán cambios importantes en la forma de usar, mostrar y justificar el poder, y de luchar contra la corrupción.

Costán Sequeiros Bruna

Estos son los comentarios del antiguo blog:

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