Hacía un año que no colgaba una nueva colección de citas de distintos autores y creo que es hora de cambiar eso y renovar el contador. Que, por mucho que me guste hablar de mis ideas, a veces es importante recordar y repensar sobre lo que los grandes han dicho antes. Así que comenzaré con una cita de Lawrence Lessig en su libro El Código 2.0:
Me refiero, más bien, al modo en que los británicos hablan de su “constitución”: una arquitectura – no sólo un texto legal sino un modo de vida – que estructura y constriñe los poderes sociales y legales con el propósito de proteger una serie de principios fundamentales.
Es una interesante reflexión, especialmente en estos tiempos que vivimos de cambio, el hecho de que una Constitución no es sólo un texto legal que permite o prohíbe ciertos actos, sino que directamente codifica un estilo de vida. Es un ideal de lo que la sociedad quiere ser, de cómo se ve a si misma y cómo se entiende con respecto a su entorno.
En línea con esto, y el papel que Europa juega en este juego sobre quienes somos y quienes queremos ser, creo que es importante recordar las palabras de Dahrendorf en La Democracia en Europa:
Pero es preciso evitar aquí un equívoco: Europa no puede hacer por cada uno de los países lo que estos no están preparados para hacer por si mismos. Puede estimular el cambio, quizá también indicar la dirección que se debe seguir, pero cada uno, en su propio país, deberá realizar las transformaciones necesarias.
En un momento en que Reino Unido quiere no pagar lo que le corresponde, que crecen el euroscepticismo y el populismo, es necesario recordar que si queremos cambiar a Europa o a nuestros países, debemos ser capaces de tomar las riendas y crear esos cambios. Europa ha sido un motor de cambio social durante décadas y puede seguir siéndolo con el apoyo que merece y las reformas que necesita. Pero todo ello implica que los Estados deben aprender a aceptar su lugar en esa arquitectura y a encajar en ella, en lugar de continuar luchando por hacer que esta se ajuste a ellos.
Y cerraré esta colección de hoy con Nietzsche, que dice:
El individuo es, en su futuro y pasado, una pieza del destino, una ley más, una necesidad más para todo lo que es y todo lo que será. Decirle “cámbiate a ti mismo” significa exigir que todo cambie, incluso su pasado.
Si bien no estoy completamente de acuerdo con el filósofo, si que es cierto que (como ya dijo Ortega y Gasset) somos también nuestra historia, de modo que para cambiar el futuro debemos cambiar nuestro presente y nuestro pasado. Esto, en mi opinión, no implica cambiar lo que dicen los libros de texto que ocurrió como querrían los revisionistas, sino entender el lugar y las fuerzas que operaron entonces y configuran nuestro hoy. Y entender cómo operaron nos permite romper con ellas y cambiarlas para hacer que funcionen de nuevas formas para crear con ello un futuro distinto.
Está en manos de todos, pues, usar un nuevo pasado y las instituciones en las que vivimos para construir nuevas constituciones que consagren los nuevos modos de vida que están emergiendo en la actualidad y serán dominantes en el futuro. Y que, con trabajo y esfuerzo, esos nuevos modos sean más justos e igualitarios que los anteriores.
Costán Sequeiros Bruna
Y tú, ¿qué opinas de estas citas?