Categories
Libros

Crítica de Libro: Europa Después de Europa

Libro escrito por numerosos autores bajo la coordinación de Emilio Lamo de Espinosa, quizás aún no esté disponible en las librerías (la versión que me leí es una de las últimas versiones de trabajo del mismo). Sin embargo, es un libro que vale la pena mantener vigilado, pues es un compendio completo sobre la situación europea en todos los ámbitos, desde la demografía, economía, potencial militar, cambio institucional, proyección exterior, situación en el mundo globalizado… e incluso sobre la posición de España dentro del marco de la UE.

Creo que la idea que voy a discutir hoy al respecto es quizás, yo creo, una de las claves de lo que Europa es en la actualidad. Junto a sus numerosas virtudes, a su poder soft, a su capacidad de ayuda económica a terceros, defensa de valores y derechos, civilización, una economía fortísima y un enorme poder diplomático, Europa lastra también numerosos defectos. Carece de una fuerza militar capaz de mantenerse a la altura de lo que debería ser y que la hace ser subordinada de los Estados Unidos en el tema, tiene una notable dependencia energética del exterior, tiene una población que decrece y envejece,…

Sin embargo, probablemente, la clave de todo, bueno y malo, radica en su división. Esta división interna ha sido la que ha permitido, por el lado bueno, la construcción de una serie de instituciones, de modos de operar y actuar, que son innovadores, efectivos y pioneros en el mundo a la hora de manejar las negociaciones entre Estados. Ha creado una competitividad interna sana, que ha fortalecido nuestras economías. Ha permitido el intercambio de información, de valores y de percepciones del mundo que nos ha enriquecido a todos.

Por el otro lado, ha también sido causa de la permanente división interna y de la problemática a la hora de actuar de la UE. Continuas negociaciones, junto con numerosas acciones que acaban reducidas a su mínimo común denominador y, por ello, no satisfacen a nadie, hacen que en muchos campos la voz de la UE sea más una cacofonía que otra cosa y dificulta que otros actores de la esfera interestatal puedan confiar en la UE pues demasiado a menudo esta cambia de opinión, y de acciones, a medida que las mayorías parlamentarias en los Estados miembros cambian y, con ello, los intereses de dichos Estados.

Europa, en resumen, carece de un liderazgo sólido que sea capaz de coger lo mejor de la diferencia, y neutralizar lo peor de la división. Hubo tiempos y actores que sí tuvieron esa visión, esa capacidad, como Jean Monnet, Jacques Delors, o tantos otros. Sin embargo, en la presente generación política, parecen haber desaparecido. Incluso Alemania, tradicional locomotora de los procesos de expansión y profundización de la UE, cada vez está más encerrada en la defensa de sus propios intereses.

Y esta miopía nos ciega a todos. Demasiadas veces la defensa de los intereses de cada uno de los Estados se hace a costa del beneficio de todos, cuando en realidad ambas cosas deberían ir de la mano: en unos momentos se cede y se pierde algo, y en otras se gana. Pero el problema de eso es que requiere una visión a medio-largo plazo, en lugar de una miope percepción que se centre únicamente en el corto plazo… algo de lo que suelen carecer los políticos, atados siempre al corto plazo de las siguientes elecciones.

Así que, ya que las elecciones son lo que atan a los partidos políticos y a sus líderes, la única forma de hacerles avanzar en la dirección correcta consiste en presionarles por más Europa, de manera que vean como objetivo suyo a corto plazo el desarrollo de los objetivos a largo plazo de la UE. Y esto, como siempre, es más fácil decirlo que hacerlo. Lamentablemente, el mundo cambia a toda velocidad, y si Europa no crece, se desarrolla y potencia con rapidez, corremos un riesgo muy real y muy inmediato de irnos quedando atrás a toda velocidad. Estados Unidos ya se vuelca más hacia el Pacífico que hacia el Atlántico; los países emergentes están a nuestro alrededor, cada vez cogiendo más y más espacio y poder. Si Europa no está a la altura, se verá relegada a, como dicen los autores, verse convertida en un parque temático para el resto del mundo: muy bonita, con mucha cultura y calidad de vida… pero sin un poder real ni un lugar en el orden mundial.

Costán Sequeiros Bruna

Estos son los comentarios del antiguo blog:

post 77

Y tú, ¿qué opinas?

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.