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Crítica de Libro: The Breaking of Nations

Escrito por Robert Cooper, este libro es un interesante tratado sobre el orden internacional contemporáneo, la diplomacia, el poder y el ejército. Es un análisis muy completo e interesante, pero claro y meridiano de modo que es muy fácil de seguir y obtener toda la riqueza que contienen sus páginas. Para esta crítica, os voy a exponer uno de sus argumentos que más me interesaron: las tres clases de Estados que existen.

En el análisis de Cooper, los Estados que existen en la actualidad pueden dividirse en tres tipos. El primero es de los Estados que él llama premodernos. En estos, el Estado no ha logrado hacerse con el monopolio de la fuerza y la ley, de modo que grupos paramilitares, mafias organizadas y grupos terroristas campan en ellos y usan su poder y su fuerza como sistemas de orden y ley alternativos (y en ocasiones más eficaces) a los propios Estados. A menudo, a estos también se les llama Estados fallidos, y suponen una fuente de riesgos para el orden internacional ya que desde ellos operan y se fortalecen grupos terroristas y mafiosos que a menudo operan más allá de sus fronteras, por no hablar de las epidemias o las corrientes de emigrantes/refugiados que pueden tener en ellos su origen. Muchos Estados de África caerían dentro de esta categoría.

El segundo tipo corresponde a los Estados modernos. En ellos, el Estado ha impuesto su monopolio de la fuerza, y establece con severidad su derecho de soberanía sobre su espacio y su población. Se mueven en el mundo usando las relaciones internacionales, en las cuales defienden sus intereses estatales como mejor pueden o saben. Son dados a los conflictos y juegos de poder, y el poder principal en su forma de relacionarse es la fuerza militar. Los riesgos que surgen de estos Estados son los que corresponden a los juegos de poder y conflicto globales que juegan, así como a que las doctrinas y juegos de equilibrio se desajusten con la emergencia de uno o más actores, y acaben en guerras de gran escala. Estados Unidos es el caso paradigmático de este tipo de Estados.

El tercer tipo corresponde a los Estados postmodernos. Estos también poseen el monopolio de la fuerza legítima en sus territorios, sin embargo han dejado de lado la soberanía exclusiva sobre los mismos para establecer soberanías compartidas con otros. Así, a menudo, se mueven por el orden internacional usando las relaciones internacionales como extensiones de sus relaciones internas. Su objetivo es el imperio de la ley a mayor escala, y para ello construyen y fortalecen instituciones internacionales, a menudo con poder sobre los Estados. Estos Estados favorecen medidas alternativas al uso de la fuerza, buscando la creación de confianza, la pacificación, y las medidas económicas (tanto ayuda como sanciones). Su mayor riesgo para el orden internacional corresponde a que debiliten en demasía sus ejércitos, volviéndose débiles y vulnerables a los Estados modernos. Los países de la Unión Europea son el mejor ejemplo.

Así, el orden internacional se mueve entre los juegos de los tres tipos de Estados que tan resumidamente he expuesto aquí. Cada uno plantea sus retos, y todos pueden pasar de un tipo a otro de Estado si se dan las circunstancias adecuado para ello, tanto ir a mejor como ir a peor.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de este libro?

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