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Crítica de videojuego: Democracy 3

democracy 3 1Democracy 3 es un videojuego que se centra en simular el funcionamiento de las democracias modernas y la labor de gobierno de un partido político. Y, lo cierto es que, en general, el juego cuenta con numerosos aciertos que hacen que sea una descripción interesante del funcionamiento de un gobierno y, por ello, una fuente válida de aprendizaje sobre el mundo que nos rodea.

El primer acierto está en la descripción de los grupos de la población. Cada país cuenta con distintas demografías, de modo que los distintos colectivos (ecologistas, conservadores, etc.) son más numerosos o menos en cada uno de ellos. Y como los ministros y las acciones políticas que podemos llevar a cabo tienen efecto en la aprobación que cada grupo pueda tener (a los liberales, por ejemplo, les fastidiará que el Estado interfiera en los contratos laborales), lo cual tendrá que ver con el apoyo de los ministros, su popularidad y las probabilidades que de salgamos reelegidos.

En este sentido, si que es cierto que el proceso electoral se ha simplificado, sin entrar a desarrollar la parte de las campañas electorales como si hacía The Political Machine. Sin embargo, una campaña electoral tan simplificada si permite que se noten claramente las implicaciones de las acciones políticas que tomamos en el electorado, su composición, etc.

El otro gran acierto de Democracy 3 es plantear tres niveles en la realidad política del mundo. Por un lado, están las cuestiones a tratar, como los niveles de paro. Sobre ellos no se puede interactuar de ningún modo por nuestra parte. Luego está el nivel de las políticas generales del estado, que son los agregados de la política social, sanidad, ejército, etc. y sirven para organizar un poco la interfaz y permitirnos ver claramente cual aspecto del Estado estamos desarrollando más.

democracy 3 2Finalmente, el tercer nivel es el de acción de un gobierno real: las políticas públicas. ¿Cuánto dinero destinamos al subsidio de paro? ¿Queremos ejércitos profesionales o que la gente haga la mili? ¿Financiamos colegios públicos o favorecemos los privados? ¿Ponemos impuestos especiales sobre el tabaco o el alcohol?

Estas acciones públicas afectan de modo indirecto a los distintas cuestiones del Estado, de modo que lentamente estas se van modificando. Financiar mejor la sanidad pública, por ejemplo, mejorará nuestros niveles de salud y gravar con impuestos el alcohol bajará el consumo del mismo. Pero, a la vez también tiene efecto sobre nuestros votantes y sobre los presupuestos del Estado, que debemos vigilar que no se sobrecarguen si no queremos tener problemas al lidiar con la deuda.

Si se juntan todos estos mimbres en principio sencillo, Democracy 3 resulta un simulador muy interesante a la hora de ver la clase de decisiones que hay que tomar a la hora de gobernar. Las consecuencias, las zonas grises, etc. Lo cual, inevitablemente, lo hace un juego muy interesante para aprender sobre el mundo que nos rodea.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de Democracy 3?

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