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Explicando tu vida

El Agradecimiento

Cada día, decenas de veces damos las gracias por algo: porque nuestro hermano nos ha pasado el salero, porque una compañera de trabajo nos da sus informes, etc… ¿Por qué?

Lo cierto es que el agradecimiento es una de las fuentes iniciales y principales de soldaridad entre los miembros de una sociedad. Crea los vínculos que mantienen a los habitantes unidos, interesados los unos en los otros y da unos patrones de comportamiento establecidos entre ellos que les dan a todos la seguridad de saber qué hacer, cómo y cuándo. Esto se llama conocimiento receta, aunque ya hablaremos de ello en otro post, por no desviar este demasiado.

¿De dónde surge todo esto? Eso es difícil de saber, me temo. La única referencia al respecto que me he encontrado es en la documentada novela Evolución (de Stephen Paxter), que explica esto ya en los chimpancés que son nuestros ancestros. Según él, en estos chimpancés el acto social básico (antes del idioma y todo lo que vino con él) era el quitarse unos a otros las pulgas, desenredarse el pelo, y acariciarse; y esto se haría por turnos, ahora tú a mi, luego yo a ti. Esto le daba a la manada (o tribu) una sensación de comunión y de unidad de sus miembros, que lentamente fue evolucionando con las nuevas herramientas hasta constituir la sociedad.

Sin embargo, la forma social del agradecimiento va mucho más allá de las gracias, y ha sido de una enorme importancia a lo largo de la historia humana, especialmente con los regalos. En el Japón feudal, por ejemplo, si tú recibías un regalo de alguien estabas obligado a devolverlo igual, o mayor. En el África pre-colonizada esto fue llevado a su máximo exponente, ya que los europeos comerciaban con los africanos con armas de fuego, alcohol y bagatelas varias, y los africanos respondían con lo único que tenían de valor: esclavos de otras tribus; este fue el mecanismo básico mediante el cual, a partir de la superioridad tecnológica pero un apabullante inferioridad numérica, lograron someter el continente por completo, y repoblar una América masacrada y diezmada por las enfermedades transmitidas por los colonizadores.

Para explicar a esto, podemos recurrir a un autor clásico de la economía social del que hemos hablado numerosas veces: Thorstein Veblen. El concepto de poder pecuniario es clave: en las sociedades modernas, el poderío individual ya no se puede demostrar por medio de hazañas físicas (guerras, o cacerías), por lo cual se demuestra por medio de la exibición de riquezas. Si otro te regala algo, por tanto, te está demostrando su poder económico, y si no eres capaz de devolverle un regalo de igual o mayor valor estás aceptando que el otro es simbólicamente m´s fuerte y poderoso que tú, de modo que indirectamente estás aceptando su superioridad.

Un ejemplo de todo esto lo tenemos en este mismo sistema de blogs. Resulta muy curioso que cuando dejas un comentario en el blog de otra persona, con una enorme frecuencia verás que esa persona te responde con un comentario en tu propio blog (siempre que tu comentario inicial haya sido neutral o, sobretodo, elogioso de un modo u otro), aunque sea simplemente para decir que es muy interesante. Es la versión digital del “tu me rascas la espalda, ahora te la rasco yo”, y es la base sobre la que se construye la comunidad digital que se articula sobre esta constelación de blogs.

A veces, es curioso como los gestos más sencillos, nivel social encierran una historia mucho más larga y compleja de lo que pueda parecer a simple vista.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de esto?

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