Categories
Reflexiones personales

El Subsistema Militar

El brazo armado es la clave del poder político, y en el mundo actual se articula básicamente en torno al bloque de la Hegemonía de Estados Unidos y toda la constelación de grupos, asociaciones, y alianzas que esta ha construido, desde la ONU a la OTAN, o muchas otras. Permanentemente en desarrollo tecnológico y de cantidad, el ejército de los Estados Unidos posee un renombre que, ciertamente, no se corresponde con su efectividad en el campo de batalla, pues como alguien dijo “los marines sólo son capaces de conquistar territorio allí donde el enemigo ya ha sido destruido por los bombardeos previos”. Y, en efecto, la historia no deja a la infantería americana en muy buen lugar, quizás descontando las rentas de las que viven de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, el subsistema mundial contemporáneo es más complejo que el simple uso del masivo ejército de los Estados Unidos como estado mercenario de los demás miembros de la ONU. O, mejor dicho, como aquel que usa la ONU como manera de intervenir donde le apetece… y si la ONU no le deja, da igual. Así, todo el marco legal y legitimador sobre el que hasta la Segunda Guerra de Irak construía sus intervenciones se ha venido abajo, demostrando que su verdadera cara es otra.

Pero el poderío militar de Estados Unidos no está carente de oposiciones en el mundo actual, unas más abiertas y otras menos. Las menos son conocidas por todos: Francia y Alemania, por ejemplo, han hablado en numerosas ocasiones en contra de políticas concretas de intervención militar americana, en especial la última en Irak, y quizás lo más ambicioso en este sentido sea el plan para un sistema militar conjunto europeo. Venezuela por ejemplo se encuentra, bajo la guía de Chavez, intentando limitar la influencia americana en su territorio, lo cual incluye la militar; y ASEAN en Asia del Este hace lo mismo.

La otra cara de moneda es la oposición abierta, que en el mundo actual se traduce en guerra asimétrica. La guerra asimétrica es el nombre técnico que se da a un conflicto donde las dos fuerzas están extremadamente desequilibradas y por tanto una se ve obligada a recurrir a técnicas de combate no convencionales. Un buen ejemplo de guerra asimétrica fue la lucha de las guerrillas españolas que expulsaron a los franceses cuando Jose Napoléon gobernaba el país… o Al-Qaeda. En efecto, lo que a menudo se llama terrorismo puede ser, sin embargo, una guerra abierta y declarada como en este caso entre un Estado (los Unidos) y una organización no estatal (los “terroristas”), independientemente de que sea justa o apropiada.

Y, desde luego, la guerra asimétrica tampoco le está resultando particularmente exitosa a la Hegemonía. Cierto, Irak ha caído (más o menos), pero Irak era uno de los países más moderados religiosamente y políticamente de la zona, y con más derechos que muchos otros más aliados de los Estados Unidos (como Arabia Saudí). En el otro lado de la balanza tenemos a una organización con vínculos en numerosos países, capaz de tirar abajo las Torres Gemelas, atacar las estaciones de tren de Madrid, y el metro de Londres. Y es una organización que no se derrota con mil marines, bombardeos desde portaviones y divisiones mecanizadas.

Pero hay algo que Al-Qaeda no puede equiparar y que hoy es el elemento central de la estructura del subsistema militar: la bomba nuclear. Ya hemos hablado de ella con anterioridad, así que no me extenderé demasiado. Sólo un detalle, para que veáis: los cinco países permanentemente miembros del Consejo de Segurida de la ONU (y con capacidad de veto) son todos vencedores de la Segunda Guerra Mundia y poseedores de la Bomba (bueno, de Inglaterra no estoy completamente seguro). Eso por no mencionar que la seguridad de los países poseedores de la bomba contra otros países está casi completamente asegurada, y por ello Israel sigue existiendo, ya que consiguió que Francia le cediese unas cuantas bombas rápidamente, pudiendo así mantener alejados a sus enemigos árabes que no tienen bombas.

Así que, en resumen, ¿cómo están las cosas? Pues jodidas. Con el alzamiento cada vez más rápido de potencias adicionales (la UE, los árabes, China…) el poder hegemónico de Estados Unidos se centrifuga, escapándose a otros rincones del mundo. Ellos lo ven como un peligro, como inestabilidad, como un riesgo, sin embargo lo cierto es que es una oportunidad. Una oportunidad para construir un mundo más equilibrado, porque no puede haber equilibrio ni igualdad cuando uno tiene todos los ases. Una oportunidad para destruir los errores del pasado, y probablemente probar con otros errores nuevos. Y quizás, solo quizás, avanzar un poquito. Quizás, incluso, llegar a un mundo más pacífico, porque los costes de la guerra sean simplemente demasiado altos.

Costán Sequeiros Bruna

Estos son los comentarios del antiguo blog:

post 41

Y tú, ¿qué opinas?

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.