Categories
Actualidad

Entrevista a Pablo Iglesias en TVE

El viernes pasado se entrevistó en La Noche 24 Horas a Pablo Iglesias, líder ahora oficial de Podemos. Como un par de personas me han pedido un comentario, pues vamos a ello. Comenzaré por retomar algo que ya he dicho en el pasado: a mi no me gusta Podemos. Me gusta mucho de lo que dice y en gran medida estoy de acuerdo con el fondo de sus propuestas, pero en su momento critiqué fuertemente la forma en que se estaban haciendo las cosas. El tiempo, a posteriori, ha demostrado que algo de razón pude haber tenido, pero también que me he equivocado.

La critica al personalismo sigue siendo vigente: Pablo Iglesias sigue siendo el alma visible de Podemos, y usa esto muy efectivamente en términos tácticos (como en el “chantaje” que supone anunciar que si no sale su opción elegida en sus debates constituyentes, dejaría el partido). Aun cuando el círculo de personalidades sea un poco más amplio que solo Iglesias (Errejón, Monedero, etc.), la predominancia del actual dirigente sigue siendo demasiado fuerte para un partido que aboga por la emergencia de abajo hacia arriba y la transversalidad y peso de los círculos y la sociedad civil implicada.

Sin embargo, y aquí engancho ya con la entrevista en si, lo que ha demostrado la evolución de Podemos es que lentamente ha ido abandonando el populismo inicial de decir lo que la gente quiere oír (independientemente de que fuera viable o no) para ir encauzando una visión más práctica y viable. Y creo que este es el punto que más se ha machacado en la entrevista y, en gran medida, creo que enfocado de modo erróneo por la mayor parte de los tertulianos, presentador incluido.

El hecho es que el programa de las elecciones europeas era una declaración de principios, máxima e idealista; se le pregunta si ahora ha cambiado, señalando puntos concretos (e importantes) de cambio y, en muchas de las referencias, se señala ese cambio como algo pernicioso, que demuestra una traición (uno de ellos llega a hablar de lealtad cuando le pregunta por su pasado comunista) a la idea original. Señores, equivocarse es de humanos, y rectificar es de sabios. Lo dice el refranero con toda la razón del mundo e Iglesias acierta de lleno al hacerlo, demostrando con ello algo que parece que a los políticos españoles les da urticaria: que cambiar es importante cuando las cosas no encajan.

Si, el programa electoral en las europeas era idealista e inviable, pero en estos meses Podemos ha hecho un esfuerzo muy serio a la hora de ir buscando los puntos de compromiso entre tratar de avanzar en ese destino utópico y hacerlo con los pies en el suelo. E Iglesias lo demuestra claramente en la parte de comparación de cifras: si los números son como son, las cuentas claramente salen, incluso contando la crítica (errónea) que le hace el tertuliano.

Otra cosa es que esos números sean como se pintan, porque hablar de retroceder a los modelos impositivos anteriores a la crisis implica no sólo un cambio en las leyes fiscales, sino un cambio en el sistema económico: hoy en día no tenemos el PIB que teníamos entonces, ni la tasa de empleo o consumo, el aumento del peso de la gravación a las empresas puede hacer que se marchen, etc. Hay infinidad de factores que hacen que esos números puedan no funcionar. ¿Eso invalida el punto?

En una palabra de dos letras, como dice él, no. Cualquier plan de gobierno, y el borrador económico lo es, es una construcción ideal que se basa en una serie de supuestos. En la práctica, esos supuestos se ponen a prueba con medidas y se van ajustando como se puede para tratar de conseguir que las cuentas salgan. Si la recaudación es menor con el mismo índice de impuestos que en 2005 (por ejemplo) porque hay menor actividad económica debido a la contracción propia de la crisis, entonces se busca dinero de otras formas.

Iglesias no ha dicho, y en eso fue muy acertado, vamos a hacer Esto así sin más. Ha dicho, hemos madurado, hemos empezado a tomar tierra y esto es a lo que queremos llegar, a un país que sea algo mejor que lo que tenemos. Y, para hacerlo, hay que invertir la política económica errónea que se ha venido aplicando hasta ahora. Y creemos que se puede hacer de esta forma, veremos si se puede o no, pero el objetivo está claro.

Y eso es lo más importante de un programa político. Estamos demasiado habituados a ver declaraciones grandilocuentes de los políticos prometiendo el oro y el moro con tal de atraer votos: creación de empleo y pleno empleo, como Iglesias menciona. Y las declaraciones grandilocuentes no deben ser de los objetivos concretos únicamente, sino de la visión final que se trata de conseguir. Eso es lo que Iglesias ha dicho, ni más ni menos: esta es nuestra visión económica. Y ahora, lo que ha hecho, es poner parte de los huesos que hacen que esa visión económica sea relativamente realizable, al menos sobre el papel.

El resultado, es que esta entrevista ha mostrado claramente cómo les ha “cambiado el gesto”, como él dice. Y tiene valor admitir que se ha cambiado, y aceptar que se fue más idealista de lo que era viable y que ahora viene la toma de tierra en la pista del aeropuerto.

Empecé este post diciendo que no me gusta Podemos, y sigue siendo parcialmente cierto por el personalismo que se construye en el partido. Sin embargo, van avanzando por el camino correcto para obligarme a mi también a cambiar mi opinión sobre ellos, y como a mi probablemente a una parte importante de la sociedad española, vistos los resultados de las encuestas. Y, teniendo en cuenta que las alternativas parecen decididas a suicidarse políticamente, es cada vez más probable que se avance en este sentido.

Sólo se me ocurre, realmente, una crítica, y va más de cara a las preguntas que se le han hecho que a las respuestas dadas (que, aunque en ocasiones fueran repetitivas y se fuera por las ramas, fueron infinitamente más concretas de lo que estamos habituados en nuestros políticos nacionales): si Podemos tiene una visión sobre la reconstrucción constitucional (que yo creo necesaria), ¿qué elementos habría que tocar? Únicamente se menciona la cuestión territorial, que es importante sin duda, pero Podemos nació con una visión de una democracia más horizontal y participativa, ¿qué medidas tomarían en el sentido de una regeneración democrática de verdad (no la que propone el PP a bombo y platillo pero que nunca hace)? ¿Hablamos de democracia directa? ¿Cómo se fomentaría la transparencia? ¿Cómo se fortalece la separación de poderes?

Estas son preguntas que, espero, iremos viendo con el paso de los siguientes meses. Desde luego, el viernes, Pablo Iglesias se comió la mesa y calló gran parte de las discusiones y protestas sobre el modelo económico. Ahora, toca el político.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de la entrevista?

2 replies on “Entrevista a Pablo Iglesias en TVE”

Podemos no es un partido , es un sentimiento de rabia ante el abuso de poder del aparato político en que se sostiene nuestra democracia.
Gracias a Podemos y sin que posiblemente llegué al poder, la casta y sus voceros empiezan a tener miedo y les atacan todos los políticos y voceros de la prensa y radio pagados con el dinero de los ciudadanos.
El odio va en aumento.. ? hasta donde puede llegar?
.

Hay un post muy interesante en el blog de Iñaki Gabilondo en ese mismo sentido. Y, sin duda, hace unos meses yo te hubiera dado la razón; aún hoy en día hay muchos elementos de eso en el discurso de Podemos y en su estructura y funcionamiento.

Pero también es cierto que, lentamente, de ese discurso va emergiendo también el partido, con todo lo bueno y malo que ello implica en cuanto a estructuras jerárquicas, capacidad de movilización, etc. Habrá que ver si es capaz de canalizar esa rabia de modo productivo, si se acaba anquilosando como el resto de partidos, si desarrolla sus propios intereses o si es capaz de mantenerse cercano a la ciudadanía. Eso sólo el tiempo lo dirá, pero es posible que cualquiera de esos caminos se materialice, sino más de uno, o incluso alguno que hoy en día es imposible imaginarse.

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.