A menudo, a los extranjeros es difícil explicarle el modelo político español, ya que ellos no entienden realmente la diferencia entre las Comunidades Autónomas y un Estado Federal. Pero, ¿realmente hay tal diferencia? El modelo de Estado español, partiendo de su Constitución, está fuertemente inspirado en el modelo alemán, que es una federación en toda regla. Incluso partes muy importantes de la Constitución son iguales (como la moción de censura, que debe ser constructiva en ambos casos). ¿Entonces?
Hay, sin embargo, una diferencia fundamental. En un modelo federal, los elementos independientes se unen para construir algo más grande. Así, el poder pasa de los ciudadanos a sus Estados, y de sus Estados al Estado Federal. Va de abajo a arriba, en un modelo centrípeto.
Por el contrario, el modelo español es centrífugo. Así, de un Estado Central surgen las diferentes autonomías, y es el Estado el que les cede competencias según lo considera adecuado. Es un modelo que va de arriba a abajo.
¿Qué implica esto? Que existe una percepción completamente diferente del fenómeno. Para unos, entre todos están construyendo algo mayor. Para los otros, el algo mayor se está rompiendo, dividiendo y fragmentando, rompiendo la unidad. Obviamente, aún que lleguen a una situación similar, el apoyo y la duda es mucho mayor en un modelo que en otro.
Y, por supuesto, por todo ello un modelo es más legítimo que el otro. El primero se basa en la igualdad de todas sus partes, mientras que el segundo no necesariamente ya que un Estado puede descentralizarse como lo desee.
En conclusiones, ambos son muy parecidos, sólo que el segundo modelo es una chapuza. Es hacer lo primero, pero hacerlo mal. Typical Spanish…
Costán Sequeiros Bruna
Y tú, ¿qué opinas?