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Italia acuchilla al siguiente

renzi-1No han llegado a pasar ni dos años desde que dije de Matteo Renzi que se había comportado como Bruto con César y que la política italiana se basaba en los Idus de Marzo. Ni dos años después, y Renzi cumple con lo prometido y ya ha presentado su dimisión. Es triste cuando el momento de mayor estabilidad del país es probablemente el que patrocinó Berlusconi con todas sus trampas, ilegalidades y prevaricaciones.

Renzi acuchilló a Letta para ganar la posición, aplastó a Berlusconi, redujo el poder del Movimiento Cinco Estrellas… pero chocó contra el muro de su propio ego. Se pasó apostando por una reforma política y electoral (probablemente necesaria de un modo u otro) y para darle fuerza se marcó un all in digno de póker… que no ha salido. Todo su capital político, su fuerza, sus pujas por cambios en Italia y en Europa, borrados de un plumazo. Vuelta a la casilla de salida, con nuevas elecciones o con otros Primer Ministro que no ha pasado por las urnas. Ah, y una oposición que sale fortalecida, una Italia dividida, y una buena dosis de inseguridad que a no tardar va a hacerle pagar en la bolsa y otros sitios.

La inestabilidad del sistema político se suele achacar al sistema electoral que, de hecho, Renzi quería reformar y por eso ha perdido el puesto. Un sistema de gran reparto de votos que fragmenta un parlamento, a menudo tomado como ingobernable, con un Senado para hacer contrapeso también muy fragmentado y un Presidente que en principio solo actúa como mediador. Y, sin duda, es un problema, pero no creo que sea el principal.

Creo que el principal juega en el campo de los egos. Gran parte de los políticos italianos son nombres que todos conocemos a un mínimo que leamos los periódicos: Renzi y su traición, Berlusconi y sus trapicheos, Grillo y sus desmanes, Salvini y su rollo de derechas independentista. Son gente que se hacen más importantes que sus partidos: Renzi que logró unir al Partido Socialista y expulsar a Letta, Berlusconi que creó un partido a su alrededor como Grillo y sus tweets, o Salvini y la Liga Norte. Son grandes egos, que construyen la política en base a sus intereses y rencillas, sus grandes opiniones de si mismo y una infravaloración importante de una sociedad civil que, en buena parte, probablemente no está lo politizada que debería, habituada a una red clientelar importante y a las cadenas televisivas más sesgadas. Y a votar, cada varios años, y ya.

renzi-2Los intereses son la segunda clave. Con unos egos tan fuerte, se produce una rápida transferencia del interés individual (suyo) a lo que entienden que es el interés colectivo (de Italia). El saqueo y corrupción de Berlusconi es un buen ejemplo, en la medida en que su riqueza económica se convertía en garantía de protección judicial, de nuevos negocios y riquezas que hacer, etc. Pero el resto de un modo u otro lo han hecho, por ejemplo, ahora Renzi asociando su reforma electoral pensada con el beneficio tan fuerte que le llevó a enfrentarse a toda la oposición porque “él podía”, desestimando así las voces de alerta, hasta apostarse el puesto. Sus intereses (ideológicos y políticos, reafirmando su posición y aumentando sus poderes) chocaron contra el muro de los demás en los suyos.

Así, un Parlamento dividido se enfrenta sobretodo a egos muy egoistas enfrentados continuamente a muerte. Esto es lo que hace que el sistema político italiano sea ingobernable, porque faltan piezas claves de la estabilidad (como una sociedad civil con clara percepción de lo que quiere y capacidad para imponerlo al sistema político) y las que hay se las disputan quienes, entre frases populistas, solo buscan su propio poder e interés.

Enhorabuena, Renzi, has muerto tal como mataste a Letta. Ahora, por favor, que pase el siguiente a la carnicería, que los Idus de Marzo en Italia siempre están a la vuelta de la esquina.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de la política en Italia?

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