Categories
Reflexiones personales

¡La Sociedad Está Viva!

Punset, así como otros científicos, refleja en uno de sus libros una peculiar definición de vida, de lo que es un ser vivo y, por tanto, de lo que somos. Él más o menos la define tal que así:

Somos como taxis genéticos. Nacemos, y nuestro único objetivo biológico es la perpetuación de la vida, de nuestros genes, que logramos con la descendencia. A partir de ahí somos biológicamente inútiles.

No es la cita literal, ni mucho menos, pero era la idea tal como la tengo anotada en uno de los archivos de mi ordenador, lo siento si lo malinterpreté. Pero bueno, me diréis, ¿qué tiene esto que ver con la sociedad? Porque no me refiero a que tú y yo estemos vivos, ni mucho menos, eso ya lo sabemos, sino al conjunto del constructo social.

Para llegar a la conclusión hay que hacer una pequeña permutación. Quitamos genética, y ponemos en su lugar información; al fin y al cabo, el código genético es una forma como cualquier otra de codificar información. Pues bien, si aceptamos ese cambio, el conjunto más complejo, completo y cambiante de información es la cultura humana, o mejor dicho, cada una de las muchas culturas humanas. Normas, conductas, ideas, arte,… todo es información, un mensaje que va de un emisor a un receptor, aunque el emisor no esté presente en ese momento (memoria) o aunque sea sólo un diálogo interno (moral, por ejemplo). La cultura cambia, como lo hace la genética, muta y se adapta. Evoluciona, incluso. Ciertamente lo hace mucho más rápido que el código genético, y no se basa tanto en la “prueba y error” propias de la selección natural, sino en un objetivo dirigido por el conjunto de la sociedad, racional (esperemos) y ciertamente escogido al menos por aquellos en el poder. Pero, ¿cuándo se replica este código, esta información? Porque, ciertamente, la clave que vimos es el que se replique…

Hay dos respuestas a esto. La primera, y más obvia, la tenéis cuando os miráis en un espejo, o miráis a vuestros hijos/hermanos/sobrinos… La información de la sociedad se replica en cada uno de nosotros, no nacemos con ella desde el principio, sino que debemos aprenderla. Ese proceso de aprendizaje, la socialización, dura toda una vida, nunca para. Todos los días se aprenden cosas nuevas, o se ponen en uso las que ya se saben, desde qué saludo es apropiado en un momento dado, a nociones complejas como el bien y el mal.

La segunda cuestión es que la sociedad se replica en si misma, continúa en el tiempo. Muere y vuelve a nacer con cambios, pero renace. Murió el imperio romano, pero hoy día seguimos estudiando latín, derecho romano, caminando por caminos romanos… Igual que el hijo no es igual al padre, tampoco la sociedad que sucede a otra es igual, pero no por ello la herencia es despreciable. De hecho, sería imposible entender el siglo XXI sin entender el XX, sin entender la Revolución Industrial, o la Francesa, sin el Renacimiento… No me malinterpretéis, no digo que la sucesión sea determinista, ni que avance en una dirección determinada de antemano (al menos, determinada por alguien ajeno a nosotros mismos), lo que digo es que el presente se entiende gracias al pasado. Estamos donde estamos por culpa de lo que vino antes, igual que una vida de una persona singular depende de toda su trayectoria, y sólo tiene sentido a la luz de su memoria.

Y eso si no aceptamos incluso que la sociedad se replique en si misma continuamente, no sólo en esos momentos de crisis. Si cambiamos una ley, ¿sigue siendo la misma sociedad que era antes? Si una manifestación multitudinaria cambia unas cláusulas en la condición laboral, ¿es la misma sociedad? Porque, si cambia el Presidente del Gobierno, por ejemplo, podemos encontrarnos que la sociedad de un giro de 180 grados en el sentido que avanzaba (retirando las tropas de Irak, sin ir más lejos). Y, si no es la misma, ¿qué es? Básicamente, es su sucesora, se ha replicado en otra.

Así que, la sociedad se replica. Y replica información. ¿No estaría esto dentro de la definición de vida de Punset? Y, dado que no termina a lo largo de toda la vida humana, ¿no daría eso sentido a todos los años de los que disfrutemos una vez que nuestra descendencia está a salvo? Porque puede que biológicamente desde ese momento seamos prescindibles, pero socialmente somos tan imprescindibles como lo fuimos siempre.

Costán Sequeiros Bruna

Este es el comentario que tenía el post original

post 5

Y tú, ¿qué opinas?

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.