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Reflexiones personales

Sobre el Poder

Reza el dicho que la profesión más antigua sobre la tierra es la prostitución, pero lo cierto es que esto no puede ser. La razón es sencilla: es una profesión que depende de la existencia de otras. Es como decir que la primera profesión es la de panadero, cuando un panadero necesita de la existencia de harina, y para ello hace falta un molinero.

Pues esto es lo mismo. Para le existencia de la prostitución, hace falta que existan varias cosas. La primera es un excedente de producción que permita que los varones sean capaces de alimentar su familia, y además dar parte de sus recursos a una mujer a cambio de sexo. Además, exige la existencia de un reparto desigual de la riqueza no sólo a efectos prácticos, sino también relativamente organizado, de modo que las mujeres puedan recurrir a la prostitución como trabajo y subsistir (ojo, estoy hablando de la prostitución como profesión, no que una mujer aceptase ocasionalmente dar favores sexuales a cambio de recursos).

Pero todo esto está apuntando a la que, probablemente, es la segunda profesión más antigua del mundo. La primera, como es obvio, es la de cazador/recolector, pues es una profesión que probablemente ya existía antes de que los humanos fuésemos humanos. Sin embargo, la que me interesa discutir es la segunda.

Y esta es, sin lugar a dudas, el poder. Fuese como líder de la tribu, chamán, o simplemente persona más respetada que las demás y a quien se le hace caso, el liderazgo es probablemente tan antiguo como la caza y la recolección. Al fin y al cabo, los animales tienen a sus machos alfa.

Veblen (a quien no me hartaré de citar) cuenta que, al principio de los tiempos, las sociedades se dividieron en dos: varones por un lado, mujeres por el otro. Y a partir de entonces, el liderazgo en las sociedades pasó a basarse en las gestas. Las cuales, obviamente, estaban más al alcance de los hombres (raramente se consideraba una gesta ser capaz de mantener la casa limpia, atender a los niños, al huerto… por mucho que lo mereciese), lo cual fundamentó el dominio de la mujer al hombre desde entonces.

Originalmente, las gestas eran comunes: el grupo de hombres, o la partida de caza, derrotó a tal mamut. Pero pronto, los trofeos pasaron a ser de propiedades individuales, especialmente cuando se enfrentaron a otras tribus. El principal trofeo de esas batallas eran las mujeres de la otra tribu, que pasaron a ser sirvientas de sus amos. Al fin y al cabo, ¿no comienza la Ilíada con la negación de Aquiles a seguir participando en la guerra porque Agamenón le robó una esclava que había ganado, un trofeo? Dominio, y poder, de los hombres sobre las mujeres, y de unos hombres sobre otros en base al número de hazañas que habían llevado a cabo.

Irónicamente, eso es aún muy visible hoy en día, especialmente entre los niños. ¿En cuantos colegios es el chico más popular de su clase un chico retraído que lee? La respuesta es que en muy pocos, si acaso alguno. Por el contrario, suelen serlo los chicos que meten muchos goles, porque eso son gestas modernas. Quizás no hayamos cambiado tanto, pese a los milenios, después de todo.

Costán Sequeiros Bruna

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