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Humor, caos y sitcoms

El humor, lo gracioso, puede tener muchos orígenes, pero uno de los principales suele ser la sorpresa. Al fin y al cabo, si nos conocemos el chiste, no suele tener gracia. Esta sorpresa normalmente juega con el contexto, lo que es lógico y apropiado en cada momento, de modo que al romperlo surge la risa, porque ocurre algo absurdo. No es nada absurdo, por ejemplo, un discurso sobre la opresión del Estado y la democracia… salvo que ese discurso lo tengan unos campesinos con el Rey Arturo. Y ahi tenemos a los Monty Python:

Anarcosindicalismo medieval y el humor de los Monty Python

El humor absurdo, por el que tan famosos son, es precisamente el que se basa en esa ruptura. Pero no siempre hay que irse al extremo del absurdo, con platillos volantes que rescatan a Brian de los romanos, por ejemplo. El humor político, normalmente se basa en conectar dos elementos inicialmente separados para darle una nueva lectura, o puede ocurrir que se base en cambiar el contexto en el que algo se dice para que surja esa nueva lectura inesperada e hilarante.

El humor político: los Monthy Python en La Vida de Brian

Pero esto, en teoría, iba de las sitcom, y por mucho que adore a los Monthy Python, lo cierto es que no son una sitcom. Entonces, ¿qué tiene que ver lo uno con lo otro? En el juego estructural de lo normal, y el contexto.

Cojamos una sitcom clásica, Friends por ejemplo. Cuando pensamos en Friends, lo normal es que rápidamente acuda a nuestra mente alguna locura de Joey (no en vano tuvo su propio spin off), o a Phoebe cantando smelly cat, o cualquier otra de las escenas memorables de la serie. La clave de por qué son memorables, es porque rompen la normalidad.

Y es que, en general, olvidamos el nucleo de Friends. El centro de la historia son Ross y Rachel, los dos protagonistas, los dos personajes más normales. No en vano, la historia empieza con que Rachel (el amor de adolescencia de Ross) va a Nueva York a vivir con Mónica (su mejor amiga, hermana de Ross) y a partir de ahí va toda la historia. Ese es el núcleo argumental de la serie, el ancla que le da ese sentido de normalidad con el que todos podemos identificarnos.

Friends y su humor, y cómo se construye en las sitcom
El humor de Friends y las sitcom en general

Al fin y al cabo, ¿quien no tiene un amor de adolescencia? ¿Quien no tiene un grupo de amigos que se reunen con frecuencia? Etc. Esos dos personajes construyen la normalidad, tienen las historias más normales, las personalidades más normales, son la gente que vemos la serie.

Es a su alrededor donde se ponen el resto de personajes con sus locuras e histronicidades, que chocan contra la normalidad que todos tan bien conocemos. Joey o Phoebe hacen gracia porque rompen la normalidad, quiebran la narrativa habitual de una novela rosa para darle el toque de caos y locura. El humor.

Y, si os fijais, en la mayoría de sitcoms es esto lo que pasa. El nucleo son uno o dos personajes normales, rodeados de locos. Desde Big Bang Theory (los protagonistas son Leonard y Penny), a Como Conocí a Vuestra Madre (Ted y Robin), etc. Esos personajes normales son los que hacen brillar a los personajes absurdos y crean los momentos graciosos, cuando el sentido común choca contra lo que pasa en sus mundos por causa de sus amigos.

Cuando no existe este ancla, el humor no funciona tan bien. Basta ver el fracaso que fue Joey como serie, precisamente porque el nucleo ya está loco. ¿Qué puedes hacer que tenga gracia, cuando de base el centro ya es la gracia, la normalidad es absurda?

Esto no quiere decir que Ross o Rachel no tengan momentos graciosos. Obviamente los tienen, es una comedia donde el humor está muy presente, pero incluso en sus momentos graciosos son más normales. No tienen historias sobre mapaches, por ejemplo, sino que en muchas ocasiones su origen del humor es lo cotidiano: las malas pasadas y situaciones embarazosas que la introversión/timidez de Ross causan, por ejemplo. Cosas graciosas que podrían pasarnos a todos, al final.

Por supuesto, ahora alguien dirá, pero si en el capítulo tantos de la temporada Y, Ross tiene un momento absurdo. Sin duda, es posible, no soy el gran experto en Friends, pero lo que importa no es que tenga uno, dos o treinta momentos excepcionales y locos, sino el tono general con el que se construye el personaje.

Cuando vemos a los Monty Python, su humor es absurdo, las situaciones son absurdas, el universo en el que cuentan historias conocidas (Arturo y Camelot, Brian y Jesucristo) son universos retorcidos para crear ese humor. Las sitcom no juegan en el universo del humor absurdo, lo que suelen jugar es en el universo cotidiano donde insertan lo absurdo, lo inesperado, lo loco, o lo referencial.

El resultado es un humor muy versátil. Puede moverse desde el humor de lo cotidiano (como el famoso monólogo sobre las playas de Málaga de Dani Rovira), hasta el humor más absurdo (como el de los Monty Python). Es esta versatilidad la que hace que las sitcom sean divertidas, precisamente por esa multitud de registros humorísticos que hacen que la serie nunca sea del todo predecible, pero al mismo tiempo se sienta cotidiana y familiar, cercana, casi como nuestro propio grupo de amigos en la pantalla.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas del humor de las sitcoms?

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