Categories
Reflexiones personales

Representatividad del 15-M

En numerosas ocasiones he oído decir tato a detractores del movimiento como a sus propios seguidores que el 15-M no es representativo de la sociedad. Al no serlo, no tendría derecho a presionar y actuar políticamente, tratando de forzar un cambio institucional (o más) en un sentido u otro. Sin embargo, esta posición parte o bien de un manifiesto derecho de desprestigiar y desmovilizar al movimiento, o de la ignorancia, o de un excesivo respeto hacia los demás.

Ningún movimiento social cuenta en su interior con todos los miembros de dicha sociedad. Incluso las masivas manifestaciones en contra de la segunda guerra de Irak contaron sólo con en torno a un 90 % de gente que se mostraba afín a la causa de no ir a la guerra, y ni siquiera todo ese porcentaje asistía a las movilizaciones. Sin embargo, eso no hace que no fuera justo que intentase cambiar la sociedad, pues esa era su función, y aunque fracasase al final en evitar nuestra entrada en la guerra, fue uno de los numerosos factores importantes en el voto de castigo a Rajoy a favor de Zapatero en las siguientes elecciones.

Los movimientos sociales se escudan, básicamente, en tres derechos: el de reunión, el de manifestación y el de organización. No importa que se organicen muy claramente o que lo hagan de modo laxo, lo que importa es que hay una cierta cantidad de gente que se muestra afín a esa ideología y está dispuesta a defenderlas. Llegados a ese punto, es su derecho defenderla lo mejor que puedan y por los medios que consideren adecuados, independientemente de cuántos sean. Los movimientos no necesitan ser representativos de la sociedad en la que están insertos, sino que son uno de los principales frutos de la sociedad civil y se comportan como tal.

Pongamos un par de ejemplos. ¿Es justo que Green Peace actúe e intervenga con su Rainbow Warrior para proteger a las ballenas? Por lógica de representatividad, no todos estamos afiliados dentro de Green Peace o acudimos a sus manifestaciones. Y, sin embargo, nadie le resta el derecho a hacerlo. ¿Y los sindicatos? Las tasas de afiliación a cada uno son muy bajas comparadas con el peso de la sociedad en su conjunto, no son nada representativos, y sin embargo nadie niega su derecho a convocar huelgas generales, a luchar por los derechos de los obreros, a negociar convenios, etc. (otra cosa es lo bien que lo hagan).

Los movimientos sociales, al igual que las ONG que suelen ser fruto de los mismos, no necesitan ser representativos de la sociedad para actuar. Necesitan ser representativos de sí mismos. En democracia, se espera que el bien común sea fruto de la negociación entre los distintos sectores e intereses de la sociedad, cada uno defendiendo su posición, del que surjan puntos en común y beneficios para todos. Los movimientos sociales tienen tanto derecho a defender sus propios intereses como cualquier otro colectivo de la sociedad: empresas, trabajadores, políticos, parados, feministas, ecologistas, católicos, etc. Todos ellos son únicamente representativos de sus propios miembros y simpatizantes (o, en el caso de los políticos, de sus votantes), y sin embargo es perfectamente justo y adecuado que se movilicen en defensa de sus intereses.

Así que el 15-M no es representativo de la sociedad, no. ¿Y qué más da? No lo necesita para nada a la hora de ser un actor capaz de intervenir en la misma, y defender sus posiciones e intereses con la misma fuerza y derecho que todo el resto de los miembros de la sociedad civil. Renunciar a esto es debilitar voluntariamente (o estratégicamente, en el caso de los detractores) al movimiento y a sus propios integrantes, y destruir su capacidad de luchar por los cambios que considera justos.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas al respecto?

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.