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Sociología

Las Escuelas Básicas de la Sociología

Para terminar de sentar las bases de todo lo “técnico” que pueda tener este blog, y servir de referencia a quien pueda no estar familiarizado con la sociología, voy a hacer un muy sucinto resumen de las tres grandes corrientes que han recorrido la sociología desde su fundación. Y eso terminará el “prólogo”. Sólo tened en cuenta que son las ramas principales, y que numerosas teorías existen que no se amoldan a este marco (como la que, en cierta medida, da nombre a este blog, por ejemplo).

Los estructurales

La rama que, a grandes trazos, surge con Durkheim, es la que se preocupa por la estructura de la sociedad. La analizan desde el punto de vista “macro” (osea, a lo grande, los grandes elementos, como gobiernos, economías y demás), bajo la premisa de que esas grandes dimensiones son las que definen lo que los individuos hacen en sus vidas.

El último gran paradigma (conjunto de teorías unificadas, digamos) estructural fue el funcionalismo, llevado a su máximo exponente por T. Parsons. Parten de la base de que la sociedad es un todo unificado y coherente, donde cada uno de los elementos desempeña una o más funciones beneficiosas para ese conjunto total. Ha sufrido muchas críticas y revisiones, destacando la de R. K. Merton, que llevaron a la aparición en el paradigma de los conceptos de disfunción y cosas similares, pero eso no evitó que el paradigma siempre peque del problema de ser incapaz de aceptar el cambio. El funcionalismo como “gran paradigma” fue casi hegemónico hasta más o menos los 60, cuando comenzó su gran caída.

Los rebeldes

La rama heredera de la obra de Karl Marx es la principal defensora de la lucha de clases, del cambio y de la no permanencia de las cosas. Aunque también ven las cosas desde un punto de vista bastante macro, no aceptan la noción de que en la sociedad todo es funcional y va bien y bonito, sino que retoman la antigua corriente política del poder (con grandes exponentes como Macchiavello, por ejemplo) para discutir sobre las desigualdades de clase, la opresión, la lucha, y todo ese tipo de nociones. Eventualmente llevó a la aparición del marxismo y el comunismo, aunque la rama “rebelde” no se desarrolló sólo en los países de la Ex-Unión Soviética.

El último gran paradigma marxista fue el de la Escuela de Frankfurt, muy importante a finales del siglo pasado. Autores como Horkheimer, Adorno o Marcuse explican la explotación no ya desde la antigua base económica marxista (o no sólo esa) sino la más importante dominación cultural con todas sus oscuras facetas. Defienden también la importancia de una sociología activa, que no sólo esté hecha por “profesores de despacho y escritores” sino por gente que también salga al mundo e intente corregirlo y cambiarlo en base a sus conocimientos científicos.

Los idealistas

Entendiendo por idealistas a los interesados en las ideas, no a los que se pierden en sueños. Son la corriente que, más o menos, surge de la obra de Max Webber, y que se centran no en los niveles macro, sino en los micro (en el individuo, la relación entre individuos, y como esa relación condiciona a la sociedad).

El último gran grupo de esta corriente fue el de la Escuela de Chicago, de la primera mitad del siglo XX, que defendía que la sociedad no se creaba desde arriba a abajo (de macro a micro, como decían los anteriores), sino que surgía del continuo intercambio de información e ideas entre sus miembros. Elementos clave para ellos pasan a ser pues la comunicación, la percepción, el intercambio, y similares. Autores posteriores como Goffman retomarían esta corriente también en cierta medida, como lo haría la psicología social (encargada de estudiar la psique del individuo en sociedad, siendo así el punto de unión entre sociología y psicología).

Hoy día

Hoy día, como dijo Merton en su momento, vivimos la era de las teorías de “alcance medio”. Osea, nada tan gordo y que explique todo como las anteriores, pues se ha visto que todas las grandes teorías que hemos tenido han sido insuficientes para explicar la siempre mayor complejidad de la realidad social. Así que surgen diferentes teorías de las organizaciones, de la familia, de los valores, de la política… y todas ellas se entremezclan y polinizan unas a otras a medida que los autores se leen y aplican las ideas de los demás en sus propios trabajos.

Así que esta es una era híbrida, donde las tres grandes corrientes se entremezclan. Los elementos cognitivos e individuales (propios de los “idealistas”) se entienden ahora como elementos de una compleja relación con el todo social (ámbito que tanto gustaba a los otros dos); no son sólo condicionados por el todo, aunque lo son, sino que también condicionan a ese todo a su vez. El individuo no es, así, un esclavo a las fuerzas invisibles de la sociedad, pero esas fuerzas invisibles existen y si que empujan al individuo en numerosas direcciones (a menudo incluso contradictorias).

En resumen, la realidad, como siempre, supera a la ficción (o a la ciencia, en este caso). Pero, de momento, ya basta de introducción. El blog no seguirá esta línea de explicar la sociología, ni mucho menos, eso sería algo insufrible. Sin embargo, consideré que era importante sentar las bases para todos aquellos que puedan leernos y que, en un momento u otro, puedan necesitar esa breve referencia.

Costán Sequeiros Bruna

Estos son los comentarios que había en el antiguo blog:

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