En este videoblog, Iñaki Gabilondo levanta una muy importante serie de cuestiones, y voy a aceptar el guante que ha tirado y entrarle al debate. La razón principal para ello es que yo también estoy de acuerdo con él en que debería haber un debate a escala de toda la sociedad sobre el tema, de modo que los políticos no lo puedan manejar a su gusto como están haciendo. Así pues, voy a tratar de abordar las diferentes cuestiones que él va planteando, exponiendo mis respuestas, opiniones y demás a las mismas, con el ánimo de participar de ese debate que no se está produciendo en la sociedad.
Básicamente, su blog cubre dos ejes. El primero es el económico, que comienza con el debate acerca de las medidas que se están tomando. Personalmente, el neoliberalismo nunca me pareció una solución a nada, más bien un problema, y la reducción de los Estados para pagar la deuda va en una línea neoliberal. El problema es que la alternativa, subir los impuestos para aumentar la inversión, es la medida que se tendría que haber tomado durante las vacas gordas, pero no se hizo; ahora, en vacas flacas, eso simplemente agravaría más el problema, al reducir el gasto. Sin embargo, hay gastos y gastos. Obviamente, castigar a la clase baja y media puede suponer un daño grave a las economías de muchas familias, ¿pero la clase alta? La clase alta se lo puede permitir perfectamente, en la línea de lo que está intentando hacer Obama en los Estados Unidos. Sin embargo, no soy economista, me temo que en esto tampoco tengo una opinión que pueda defender con datos y medidas concretas.
Lo que está claro, y es lo segundo que plantea en este eje, es que no nos podemos preocupar exclusivamente del endeudamiento. Es una herramienta de economía, simplemente, los Estados están más o menos endeudados según las épocas. Por eso siempre he considerado que la reforma actual de la Constitución es una barbaridad sin sentido. Y como se ha dicho a menudo, sin una coordinación a nivel europeo, la medida queda sola y sin sentido. ¿La respuesta es menos Euro? ¡Para nada, más Euro! Pero ello implica que todos los países europeos se comprometan con las medidas, construyan economía juntos, y demás. Que la fortaleza de unos se emplee para cubrir las debilidades de otros, y viceversa cuando las tornas se cambien. Europa debe avanzar en su construcción, no detenerse, porque sino se queda en una incómoda e insuficiente tierra de nadie.
¿Una nueva época de prosperidad? Dependerá de cómo se decida solucionar la crisis. Probablemente no en el corto plazo, desde luego, pero si se construye un nuevo modelo que sea sólido y funcione no veo por qué no en el medio y largo plazo. Sin embargo, parece que las ideas y la voluntad de hacerlo escasean, y continuamos dando vueltas a los mismos inútiles círculos. Así que quizás ni en el medio plazo. Porque, lo que no hay duda es que el sistema está mostrando sus grandes contradicciones y harán falta reformas muy grandes y profundas para conseguir que funcione un nuevo sistema. Una vez más, no soy economista así que no tengo una propuesta concreta al respecto. Federalismo económico en la UE, un nuevo contrato social, un modelo de sociedad de la información que funcione de verdad y en el que de verdad se invierta… todo ello deberá estar en la nueva ecuación, de un modo u otro.
El segundo eje corresponde al de la política. Como es obvio, considero que la propuesta de no ir a votar, por espectacular que sea, es insuficiente. Y votar en blanco probablemente también, aunque es mejor como mensaje político ya que demuestra nuestro compromiso con la democracia y el rechazo a los partidos que se presentan. Por el contrario, creo que el camino es el contrario. Como dice Gabilondo, hay que repolitizar el mundo, vincularnos y comprometernos. Y para ello es necesario un mayor compromiso de la ciudadanía con la política, y recuperar espacios que se han ido cediendo con el paso de los años, el desinterés y el distanciamiento. El 15-M es un buen comienzo en este sentido, las movilizaciones actuales y futuras también, pero es necesario ir más allá. Repolitizar el mundo que nos rodea: debatir, opinar, transmitir opiniones, crear verdadera opinión pública. Y que la sociedad se organice, se creen organizaciones que defiendan esto o aquello, de modo que se consolide una sociedad civil articulada con agentes eficaces.
En esto hay algo que he propuesto en algunas ocasiones, y que creo que es de enorme importancia. Creo que cada 25 años o así debería abrirse la Constitución de nuevo, modificarse, ponerse al día. Y después someterla de nuevo a Referendum por parte de la población. Hoy por hoy hay muchos españoles vivos que jamás hemos refrendado la Constitución, ni nos hemos mostrado de acuerdo con ella. Eso produce un distanciamiento, una desafección, porque no es algo nuestro. Manteniéndola al día no sólo se mantiene su actualidad y su funcionamiento y se demuestra por dónde quiere ir la sociedad, sino que regenera el contrato subyaciente de todo ciudadano con su país. Y con todo esto, generar una democracia realmente participativa.
En cuanto al papel de los partidos actuales, la verdad es que es algo que no tengo claro. Ninguno de los dos importantes parece dispuesto a innovar, y los secundarios tampoco en exceso. Pero no se pueden crear ya fuerzas nuevas con tan poco tiempo, ni queda alternativa. ¿Voto en blanco? Manda el mensaje adecuado, pero deja en el poder a los de siempre mientras tanto. Sinceramente, es un enigma para el que no tengo respuesta, ni siquiera una opinión clara.
Finalmente, ¿estamos en un callejon sin salida? Yo no lo creo, siempre hay una salida. Lo que sí estamos es ante un gran cambio, porque todo el sistema comienza a fallar y se requiere uno nuevo que ocupe su lugar. Hacen falta planes originales, que no consistan en repetir variantes de lo ya probado en el pasado. No necesitamos sólo un salto cuantitativo hacia el futuro, sino uno cualitativo hacia un nuevo mundo. No estamos en un callejón sin salida, pero desde luego tiene un muro alto que es difícil saltar, y para el que hará falta el esfuerzo de todos por medio de debates como este.
Costán Sequeiros Bruna
Este es el comentario en el antiguo blog:
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