Día de elecciones y es hora de echarle un vistazo a los resultados que, en teoría, deberían ser la clave para decidir el futuro gobierno (o desgobierno) de España. Al menos, eso llevan diciendo políticos y medios desde hace semanas, cuando Rajoy fracasó en su investidura y Sánchez lanzó el órdago de su posible intento. Pero, siempre, cuando se aclarase la situación de estas elecciones. El resultado ha llegado, pero no tengo claro que realmente vaya a ayudar al gobierno del conjunto. Vayamos por partes.
El resultado gallego sorprende poco, pese a lo absurdo del mismo. Pese a la crisis de corrupción del ayuntamiento de Santiago y del PP en general, Feijoo sale indemne y renueva exactamente su mayoría absoluta. El resto de partidos pierden terreno para dejar sitio a En Marea que entra como segunda fuerza en el parlamento regional, consolidando el temido sorpasso y debilitando a la apuesta de Sánchez. El BNG también pierde terreno, pero no tanto como el PSOE.
En el País Vasco los resultados tampoco son sorprendentes que digamos. El PNV renueva su mayoría (no absoluta en este caso) ampliando incluso algo su espacio con dos nuevos escaños. Bildu pierde algo de terreno (4 escaños) que, sumados a los que pierde el PSOE (6) y el PP (1) se convierten en el espacio de Elkarrenin, que entra como tercera fuerza en el Parlamento Vasco.
En resumen, en conjunto se puede decir que todo el mundo se mantiene más o menos donde estaba, menos el PSOE que es expulsado de su lugar por Podemos en sus distintas versiones regionales. Lo cual, sin duda, es un resultado poco halagüeño de cara a que se forme un gobierno sin nuevas elecciones en España:
-El PP sigue en principio enrocado en su candidatura prácticamente en solitario en el gobierno general y, sin mermas en estas elecciones, bien puede aspirar a renovar victoria en las hipotéticas generales de diciembre y volver a intentarlo con el nuevo equilibrio.
-El PSOE está intentando formar un gobierno con una coalición amplia de grupos en minoría que se vetan entre si (Podemos y Ciudadanos principalmente), cuyas matemáticas ya salían complicadas antes… ahora, con el varapalo de estas elecciones, prácticamente ya son ciencia-ficción.
-Podemos ya tuvo buenos resultados en estas autonomías en el pasado y puede sentirse tentado a pensar que estos éxitos puedan suponer un refuerzo de cara a unas posibles terceras elecciones donde podría superar al PSOE… pero son dos elecciones muy concretas fruto de inercias locales muy específicas y, por ello, difícilmente se pueden extrapolar al conjunto.
-Ciudadanos, de los cuales no me he olvidado, no han conseguido ningún escaño. Al contrario que Podemos es cierto que estas zonas no le son propicias, pero no entrar en ninguno de los parlamentos puede serle un impulso para intentar evitar ir a las terceras elecciones donde podría perder terreno a nivel nacional.
El resultado es un galimatías con difícil solución, un puzzle que no suma por ningún lado. Dos de los principales partidos no tienen nuevos alicientes para buscar una confluencia (PP y Podemos) e incluso aunque el segundo quiera, ahora ha ganado una capacidad negociadora que van a bloquear los barones del PSOE y Ciudadanos y cuyo manejo requeriría un extra de humildad que no he visto en Iglesias en ningún momento; los otros dos pueden tener el aliciente de no llegar a unas nuevas generales donde haber perdido aún más peso, pero la división interna del PSOE y el bloqueo de Ciudadanos a Podemos (no en vano han admitido en televisión que su oferta al PSOE en enero era para que no se formase gobierno) probablemente impliquen que no tengan la fuerza suficiente como para solucionar nada.
¿El resultado? Personalmente, creo que estas elecciones que “iban a clarificarlo todo” y a dejar las cosas en su sitio de cara a formar gobierno nos han dejado tal y como estábamos: en mitad de ningún sitio. Va a tocar seguir esperando a Godot.
Costán Sequeiros Bruna
Y tú, ¿qué opinas de los resultados electorales?
PD: los gráficos son los que publicó El País.