Día de elecciones y es hora de echarle un vistazo a los resultados que, en teoría, deberían ser la clave para decidir el futuro gobierno (o desgobierno) de España. Al menos, eso llevan diciendo políticos y medios desde hace semanas, cuando Rajoy fracasó en su investidura y Sánchez lanzó el órdago de su posible intento. Pero, siempre, cuando se aclarase la situación de estas elecciones. El resultado ha llegado, pero no tengo claro que realmente vaya a ayudar al gobierno del conjunto. Vayamos por partes.
El resultado gallego sorprende poco, pese a lo absurdo del mismo. Pese a la crisis de corrupción del ayuntamiento de Santiago y del PP en general, Feijoo sale indemne y renueva exactamente su mayoría absoluta. El resto de partidos pierden terreno para dejar sitio a En Marea que entra como segunda fuerza en el parlamento regional, consolidando el temido sorpasso y debilitando a la apuesta de Sánchez. El BNG también pierde terreno, pero no tanto como el PSOE.