Sinceramente, empezaré diciendo que no son unas elecciones que me hayan interesado especialmente, y sus resultados tampoco me parece que vayan a dar para mucho. Si resumimos mucho lo que va a ser el análisis es que, básicamente, va a renovarse el gobierno pero con más socios en su interior.
Pero veamos un poco más de detalle. El PP pasa de 89 a 136 pero queda por debajo de las expectativas que ellos mismos habían formado y, como no suma con Vox, se encuentra en una situación en la que ha sacado mayoría de votos pero no es probable que pueda formar gobierno. Así que Feijoo ya ha salido en su primera comparecencia llorando para que “no bloqueen la formación de gobierno” que sería “la primera vez en España que no gobierna el partido más votado”. Lo primero que diría a esto es que las primeras veces tienen que ocurrir antes o después, y no hay nada de malo en ello. En cuanto a lo importante, las elecciones no se ganan o se pierden, no son binarias, sino que reflejan (de modo muy imperfecto) la pluralidad de opiniones y gustos por partidos de los españoles. Ergo, el PP no ha ganado nada ni ha perdido nada, ha obtenido un resultado que le da cierta representación en el Congreso, pero ningún derecho especial por ser más o menos el número de sus escaños salvo (normalmente, depende del Rey) el derecho a intentar formar gobierno primero. Así que si no junta una coalición de partidos (harto difícil) lo que significa es que la mayoría de los representantes de los españoles no está de acuerdo con sus ideas, y por tanto la mayoría de los españoles quieren otro tipo de gobierno. Y no olvidemos que el PP es el primero en gobernar sin la mayoría de los votos allá donde la aritmética de los escaños se lo ha permitido, el victimismo aparentemente solo ocurre cuando es a ellos a quien puede ocurrirles.