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Reflexiones personales

Análisis de las elecciones noviembre 2019

Resultados de las segundas elecciones generales de 2019
Resultados de las segundas elecciones generales de 2019.

Supongo que el comienzo de este análisis de estas segundas elecciones de 2019 debería ser algo del estilo de “me equivoqué en el anterior. Y me equivoqué porque pensé que sería tan desastroso para la izquierda ir a unas nuevas elecciones, que eventualmente serían capaces de pactar y llegar a un acuerdo. Y la realidad es que no han sido capaces y que el orgullo/soberbia de Sánchez ha empeorado todo. En una democracia representativa como esta y como muchos países europeos, los pactos de gobierno y los gobiernos conjuntos son cosa frecuente con parlamentos divididos; pretender gobernar en solitario y con mayoría absoluta es una quimera cada vez menos viable.

Por eso decía hace unos meses que eran como las primeras elecciones generales reales de una democracia compleja, donde el bipartidismo había llegado ya roto. Y los juegos tradicionales del bipartidismo no iban a funcionar para formar gobierno. Pues aquí estamos, con un Presidente en funciones aferrado a unas herramientas que ya no funcionan, y que condena al país a un gobierno aún más inestable, si es que se logra organizar uno esta vez y no vamos a otras elecciones en 2020.

Pedro Sánchez en campaña
El PSOE en estas segundas elecciones pierde terreno y opciones.

Pero veamos qué tal les ha ido a los partidos en estas segundas elecciones de 2019. El PSOE se deja 3 escaños, y ha obtenido unos 6,7 millones de votos. Ha pasado de ser un ganador en abril, cuando incrementó en un porcentaje amplio los escaños del partido, a luchar por no perder demasiado en unos pocos meses. Y ahora tendrá la complicada tarea de formar un gobierno con menos recursos sobre la mesa, aliados más fragmentados y una oposición más fuerte. ¡Buen trabajo Sánchez!

Su campaña sin duda ha sido, cuando menos, absurda. El PSOE tenía una gran pregunta que responder: ¿con quien pactará para formar gobierno? Todo el mundo sabía que, desde las primeras encuestas, el resultado iba a ser fraccionado. Y, sin embargo, se aferraron al sueño de gobernar en solitario y ni siquiera cuando en el debate se le preguntó expresamente sobre ello, supo Sánchez responder. Y, por eso, ha sido sin duda castigado.

Pablo Casado en campaña
El PP crece pero no lo suficiente

El segundo partido en escaños es de nuevo el PP, que logra crecer de 66 a 88 escaños en estas elecciones. Sin duda es una mejoría, pero en realidad el panorama para el PP no es tan alentador porque su posición está siendo fagocitada por el que ahora es el tercer partido: Vox.

Y es que el PP ha jugado a ser la derecha, a arrobarse de la bandera, a presumir de unidad y todo eso. Y sin duda le ha funcionado parcialmente, pero no contra Vox, sino contra Ciudadanos. Por la derecha, Vox sigue adelantándole y ganando espacio, cada vez afianzándose más.

Santiago Abascal en campaña
Vox se convierte en tercera fuerza.

De 24 a 52 escaños en unos meses, Vox está sabiendo capitalizar muy bien con el descontento de la gente y el miedo. Miedo a la ruptura de España, a los cambios sociales, a los extranjeros… miedo al siglo XXI en general. Y con ello, la pretensión de que España, hace apenas un año, era uno de los pocos países sin presencia importante de la extrema derecha, se convierte en un pasado ya olvidado y consolidado en su olvido. De momento, al menos, mientras el descontento y el miedo social sigan creciendo, no parece que Vox se vaya a ir.

Y, sinceramente, el descontento con la globalización que vemos en medio mundo y la deslegitimación del sistema en el que vivimos, no se van a ir. No hasta que ocurran cambios de calado que reequilibren la creciente desigualdad social en este país y en los demás, modernicen el sistema político a lo que se puede hacer en el siglo XXI, etc.

Pablo Iglesias en campaña
Unidas Podemos se aferra en el Congreso pero pierde identidad.

Los que si se están lentamente yendo son los miembros de Unidas Podemos. Técnicamente, aun con la irrupción de Más País, UP mantiene sus 35 escaños, así que no se puede decir que su presencia disminuya; aunque otros factores como ECP ya no están en la ecuación, de modo que la realidad de todo lo que era UP si que ha bajado desde los 42 escaños que tenía.

Su ideario, sin embargo, es el que más ha sufrido. En el pasado, especialmente al principio, UP tenía una serie de valores y elementos propios y diferentes: los círculos, las confluencias, la idea de hacer una política distinta, renovar el sistema. Pero rápidamente se ha ido transformando en un partido de izquierdas más que, básicamente, ocupa el sitio político que antiguamente tenía la Izquierda Unida que ha devorado. Ningún cambio de calado queda ya en su interior.

Rivera y Ciudadanos
Ciudadanos se desploma.

Los que eran también adalides del cambio y han sido cambiados hasta la casi insignificancia son Ciudadanos. De estar cerca de superar al PP como la referencia en la derecha moderada con 57 escaños, han caído hasta sexta fuerza con 10 escaños, y buena parte de su aparataje como partido entrará en shock. Muchas preguntas incómodas les toca hacerse para intentar entender qué ha pasado en este medio año que lo ha cambiado todo para ellos… y buena parte de lo que pasa está adelantándoles por la derecha.

El resultado es que Ciudadanos ya ha convocado un congreso interno para ver qué hace. Y tiene una papeleta muy complicada. Ha querido rodearse de la bandera española y el PP le ha ganado en eso, y Vox lo ha hecho con aguilucho y todo. En una campaña innecesariamente inclinada en torno al tema catalán (sinceramente, hay mucho más de lo que hablar pero a ciertos partidos les interesaba), el juego al respecto no le ha funcionado a Ciudadanos.

ERC es la quinta fuerza en este final de 2019, con 13 escaños. JxCat 8. Bildu 5. CUP 2. Coalición Canaria 2. BNG regresa con 1. Teruel Existe 1. Son muchos escaños al final, 32, que se suman en partidos nacionalistas (que no independentistas, por mucho que digan). Y en distintas combinaciones, son los que guardan buena parte de la llave para que se pueda organizar algún tipo de gobierno y no ir de nuevo a las urnas en unos meses. Pero muchos partidos con intereses y filosofías muy distintas, puede ser complicado conseguir hacer algo con ellos.

Como nota final, el Senado. Siempre nos olvidamos de él, pero existe. El PSOE tenía mayoría absoluta en él hace unos meses, y ahora ya no la tiene. Aunque si es cierto que el Senado está basicamente dividido bipartidistamente, son los otros partidos con las mayorías que tienen en él los que pueden desequilibrar en un sentido o en otro las segundas lecturas, debates y demás, de las leyes.

Y es que, el resultado de estas segundas elecciones de 2019 es, cuando menos, irónico. Por la inmadurez de nuestra clase política, Sánchez decidió que era mejor ir a nuevas elecciones para consolidar su posición y gobernar en solitario antes que pactar con UP. Y el resultado es que ha debilitado su posición, dejado entrar con mayor fuerza a la extrema derecha y ha conseguido que cualquier posible gobierno sea un gobierno fraccionado, con multitud de partidos implicados en distintos grados. Va a ser un gobierno, si siquiera es posible formarlo, extremadamente débil e inseguro, que probablemente nos aboque a nuevas elecciones en un año o dos salvo que nuestros políticos milagrosamente aprendan a hacer política.

Curiosamente, el ejemplo más similar que se me ocurre es la debacle de Theresa May en Reino Unido: convocando elecciones para reforzarse y perdiendo el control del Parlamento, luego de su partido, siendo destituida por los suyos… e incluso ahora su sustituto convocando nuevas elecciones. Tras ver cómo ha ido este 2019 en la política española, el caso británico me parece sorprendentemente cercano, casi profético, sobre lo que puede pasar aquí.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de los resultados de estas segundas elecciones de 2019?

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