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Reflexiones personales

La dictadura de lo políticamente correcto

correcto 2Vas a decir algo pero… alto, ¿seguro que es apropiado? ¿No ofenderá las ideas de los millenials, los góticos, las feministas, los machistas, los homófobos, las homosexuales, los creyentes, las ateas, los veganos, las fructívoras, los de derechas, las de izquierdas… o cualquier otro de las decenas de colectivos que forman nuestras sociedades? O, mejor dicho, estás seguro de que cualquiera de los colectivos identitarios sociales no va a encontrar alguna forma, por rebuscada que sea, de poder hacerse el ofendido por tu contenido aunque sea sacándolo de contexto y forzando su interpretación? No, ¿verdad?

Lamentablemente, por exagerado que parezca, en cierta medida en la actualidad eso todo es una realidad. Hay tantos colectivos oprimidos, ofensibles, etc. cuyas identidades se construyen en respuesta y discusión a la identidad conjunta que, necesariamente, cada vez que hablamos, corremos un alto porcentaje de riesgo de decir algo que alguien en algún lado pueda considerar ofensivo. Así es como nace el imperio de lo políticamente correcto.