![Franco y Hitler son historias muy distintas sobre cómo se produce la muerte de una democracia.](https://i0.wp.com/tribulaciones.es/wp-content/uploads/2020/11/muerte-de-la-democracia-2.jpg?resize=406%2C327&ssl=1)
La imagen más habitual de cómo se produce la muerte de una democracia suele tener que ver con un general inspirado, que saca los tanques a las calles y da un golpe de estado. Ejemplos de esto hay numerosos, desde Franco en España a Pinochet en Chile. Sin embargo, aunque el final pueda ser por medios militares, la realidad es que esas democracias ya estaban heridas de gravedad antes de los eventos que llevaron a su final.
La democracia, como sistema, es al mismo tiempo muy fuerte y muy frágil, y ambas cosas por la misma razón: la legitimidad. La legitimidad, si lo resumimos mucho, es el conjunto de razones que llevan a que la población de un Estado acepte que el gobierno que tiene en un momento dado es válido y aceptable. Sea por motivos tradicionales o motivos legales, porque ha sido elegido por el pueblo o cualquier otra razón, la legitimidad es clave para todo sistema político si no se quiere estar enfrentando a continuas revueltas y disturbios.