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Reflexiones personales

Federalismo contra Colaboración Estatal en la Unión Europea

A medida que me voy sumergiendo más en mis estudios sobre la Unión Europea y su evolución y construcción, claramente resalta más esta bifurcación. Y, lamentablemente, es una dualidad de la que raramente se habla públicamente fuera de los textos sociológicos o politológicos sobre la Unión y su evolución. Así que, veamos qué son:

La corriente federalista lo que propugna es la construcción y consolidación creciente de los organismos interestatales de la Unión (especialmente el Parlamento y la Comisión) de manera que la organización cobre cada vez más fuerza y peso y, lentamente, vaya tomando el control en más y más ámbitos. Buscan, por tanto, evolucionar la Unión Política, que lamentablemente fracasó en su primer intento. El resultado final que buscarían sería una especie de Estados Unidos de Europa, y unos que se rijan por una democracia dirigida por las grandes instituciones (siendo el Parlamento Europeo el Parlamento de la nueva organización y probablemente la Comisión su Ejecutivo).

Por el otro lado, la corriente de colaboración lo que busca sería la construcción de la Unión Europea no como un todo en sí misma, sino como un organismo de colaboración entre los Estados. Como un intermediario que permita poner de acuerdo algunas políticas, pero que no amenace ni la soberanía ni la independencia de los estados. De entre todos los órganos europeos, esta corriente favorece el Consejo (por ser el representante de los Estados). Tradicionalmente, esta postura ha sido defendida por Gran Bretaña, pero también es buen ejemplo la Francia de de Gaulle.

Estas dos corrientes, la maximalista y la minimalista, se encuentran en el centro de todos los debates sobre la Unión y su futuro porque ellas mismas se consideran el destino final al que debe llegar. Por supuesto, huelga decir que ambas son excluyentes mutuamente. Pero, ¿por dónde avanza la historia?

Quizás sea un poco presuntuoso decirlo por mi parte, pero yo creo que no avanza por ninguno de los dos caminos. La interacción constante entre ambos ha hecho que en algunos sentidos la organización avance en una dirección y en otros en la opuesta. De este modo, lo que se construye es una organización que no se regirá probablemente por el patrón federal pese a que tendrá muchas de sus características, pero desde luego no será la suma de mínimos que buscarían los opositores.

Por el contrario, lo que acabará surgiendo será una organización que armonice ambas aproximaciones y las articule de nuevas y originales maneras, acordes con los tiempos y los retos del presente. Y es que, en cierta medida, tanto federalismo como liberalismo son ideas del siglo XX, quizás algo obsoletas para el presente y más para el futuro. La gobernanza de la que hablábamos en el post anterior puede ser un elemento clave para combinar los elementos más interesantes del federalismo y de la colaboración, en un nuevo articulado.

Lo que sí que todos deberían desear es que hubiera más Unión, y en más campos. Y, desgraciadamente, eso no siempre es ni visible ni real, ya que muchas veces los intereses estatales prevalecen sobre los intereses comunes. Pero, aún con sus reveses y retrasos, la Unión avanza.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas?

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