En este blog muchas veces he hablado ya de la percepción, de la importancia de que tiene para la sociedad actual, basada en la intersubjetividad. Así que vamos a ver esta vez desde la perspectiva de la teoría del enmarcado, cómo funcionan esos procesos en el interior de nuestras mentes como ciudadanos y como sociedad/conjunto.
Desde la teoría del enmarcado, lo que se destaca es uno de los fenómenos por el que el cerebro organiza los conocimientos y reacciona a ellos: las relaciones entre términos. Y es que cada elemento de una interacción social varía en función del contexto en el que se de: no es lo mismo ver a un doctor en un hospital, que quedar con tu amigo doctor para tomar unas cervezas. El hecho es el mismo, al fin y al cabo, pero el contexto es el que cambia y, con ello, varían todo el abanico de acciones posibles, los equilibrios de poder en la relación, las expectativas, etc.
Hay un experimento clásico en este sentido y sencillo de repetir: juntáis a un grupo de personas y les dais una lista de adjetivos a cada uno pidiéndoles que describan a la persona que imaginan que encaja con esos adjetivos. Inteligente, culto, estudioso… cosas así. Las listas son de dos tipos y se reparten por igual sin que los demás lo sepan: en una se incluye el adjetivo “cálido” y en la otra el adjetivo “frío”. Los retratos que surgen de las dos personas son diametralmente opuestos, aún cuando ambos comparten casi todos los elementos (uno es un estudiante modélico pero frío y distante casi nerd, mientras el otro es el estudiante bueno que ayuda a sus compañeros y es carismático).
Ese es el poder que tienen las relaciones. Si vivimos en una sociedad red, la semántica y la mente humana funcionan de modo similar, por redes de significados que se relacionan unos con otros. Cada momento, situación y persona implica una serie de términos (amigo, novia, iglesia, trabajo,…) cada uno de los cuales lleva añadido un complejo conjunto de roles, conceptos, relaciones, expectativas y demás que entran en funcionamiento simplemente porque consideramos que son parte de lo que está ocurriendo: son el marco.
El marco condiciona lo que estamos viendo y hacen que construyamos una percepción concreta de ese algo muy relacionada con el resto de elementos de nuestra identidad. No es lo mismo interpretar que dos chicas van cogidas de la mano desde una perspectiva digamos de izquierdas que desde una de derechas, por ejemplo, pues los valores en juego son diferentes. O definir a un colectivo conflictivo como “luchadores por la libertad” o como “terroristas” cambia por completo su juego político. Lakoff trabaja sobre esto mucho, por ejemplo.
El marco es todo eso y se puede construir y cambiar activamente. Usar una determinada palabra en momentos concretos de un discurso, por ejemplo, puede añadir elementos al mismo que entran subconscientemente por simple asociación. Es el terreno de lo sobreentendido, de las referencias veladas, de los dobles sentidos, etc. Es un campo sutil donde juegan percepciones que muchas veces no somos conscientes de que tenemos y que, sin embargo, condicionan nuestras acciones como si fuesen hechos sociales. Están dentro de nosotros, en los puntos que van a decidir cómo entendemos una cosa y, por tanto, cómo vamos a reaccionar a ella.
Y hay gente muy experta, consciente o inconscientemente, a la hora de manipular los marcos de los demás. El caso del típico maltratador, por ejemplo, que te convence de que no te pega porque esté enfadado, sino porque te quiere, porque el error es tuyo que le ha llevado a hacer eso que él no querría hacer. Cambia el marco (de quien es la culpa) y todo cambia con él.
La teoría del enmarcado, en mucha mayor profundidad de la que puedo abarcar en un post, trata sobre todo esto y cómo las palabras, los símbolos, los entornos y demás condicionan nuestro día a día desde dentro.
Costán Sequeiros Bruna
Y tú, ¿qué opinas de esta teoría?
2 replies on “La Importancia de la Percepción”
Con todo mi cariño, esto no es sociologia, es psicologia social :p
La teoría del enmarcado, me temo, es sociología. Que vosotros queráis invadir nuestro espacio no quita que, mientras vosotros hablabais de subconsciente y demás (la época de Freud) nosotros ya teníamos microsociología preocupada por estas cosas (Weber, por ejemplo, o la Escuela de Chicago). La teoría del enmarcado sólo es la puesta al día, mejorada y actualizada, de aquellas teorías.