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Reflexiones personales

Mi Concepción de la Sociedad

Parece que el post de ayer sobre la resistencia al poder levantó bastante debate sobre el poder y mi concepción del mismo. Así que es hora de dedicarle un post, pero antes necesito dedicarle un post a mi concepción de la sociedad, porque uno va inextricablemente unido a la otra. Así que, vamos allá.

Empecemos pues, por el principio. La sociedad está compuesta por actores sociales, que son aquellas personas que la componen, las instituciones de su interior, etc. Los actores sociales interactúan los unos con los otros, se condicionan y se relacionan de modo continuo, cada uno luchando por avanzar sus propios objetivos.

Y este es un punto importante: sus objetivos implica que tienen voluntad. Y que el resultado de esas interacciones es, inevitablemente, el conflicto porque distintos grupos y sectores de la sociedad (especialmente en sociedades plurales como la que tenemos hoy en día). Pero el conflicto no necesariamente es algo malo, al contrario, es de su interior de donde a menudo sale lo mejor de los seres humanos, las ideas más avanzadas que permitan solucionar problemas, y las fuerzas que a menudo nos llevan a trabajar unidos. Por supuesto, el conflicto también es destructivo, de modo que ambas tendencias coexisten en el núcleo de la sociedad y de todas las interacciones entre actores.

Ya expuse en el debate sobre la teoría de la agencia que, junto a los actores, en sociedad existen lo que yo llamo objetos sociales. Estos son, básicamente, elementos que interactúan con los actores pero que no lo hacen por voluntad propia, de modo que sus efectos dependen de la interpretación que los propios actores hagan de los mismos. Un ordenador permite que un actor pueda acceder a información que antes le hubiera sido imposible, pero no hace nada si no se le ordena; y un conjunto de leyes sólo bloquea algunas acciones si las personas lo obedecen, pero que lo hagan o no depende de ellas, el código de leyes no cambia ni actúa en modo alguno en base a las acciones de las personas.

Por tanto, tenemos que en la sociedad hay actores y hay objetos sociales. Los unos y los otros se introducen todos en una vastísima red social; no me refiero a Facebook ni Twitter, sino a una vasta red de relaciones que unen a las personas unas con otras a todos los niveles. Estas redes son asimétricas, con unos vínculos más fuertes que otros, y acaban inscribiéndose en distintos campos, pero en realidad cada persona participa en numerosos campos a la vez.

En cierta medida, aquí corresponde la teoría de roles. Cada persona, a lo largo de una vida, adopta multitud de papeles: con sus hijos es madre, con su madre es hija, en el empleo es compañera, con sus amigas es confidente, al volante es conductora, etc. Toda esa multitud de roles conviven en su interior y se alternan en base a las interacciones sociales que estén activas (de la inmensa red) en cada momento. El rol que adoptamos depende del conjunto de interacciones activa en cada momento, de modo que si en el trabajo activásemos el de madre la gente nos miraría raro.

Cada set de roles y relaciones encaja en un campo social: la empresa, el grupo de amigos, etc. los cuales crecen hasta encajar en los grandes campos sociales: el campo científico, económico, político, etc. Estos campos constituyen la estructura de cada sociedad en cada tiempo y lugar, y cambian según las relaciones entre las personas los modifican y en base a las acciones que van teniendo lugar.

Sin embargo, la sociedad no es simplemente la suma de las relaciones entre actores y objetos en el marco de cada uno de los campos y los roles. La sociedad es mucho más que eso, ya que emerge como consecuencia de todo ello. Así, la sociedad no es sólo la suma de las visiones subjetivas de cada actor y sus acciones, sino que entre todos construyen un entramado intersubjetivo que es diferente a la suma de cada visión. Cada actor negocia con los demás lo que es la Verdad y la Realidad de su sociedad, aunque obviamente lo hagamos normalmente de modo inconsciente, y con cada negociación nuestra realidad y la sociedad en su conjunto cambia, se adapta, evoluciona.

Pero la sociedad no sólo es resultado de las relaciones y acciones de las personas y sus negociaciones intersubjetivas, sino que a su vez condiciona las mismas. Así, muchos de los objetos sociales que existen condicionan de forma muy directa la forma en que los actores entienden el mundo que les rodea: la historia, las leyes, la ciencia, el dinero… todos estos objetos son producto de las negociaciones entre las personas, pero a la vez modifican todas esas negociaciones a partir de su creación. Cuando estos objetos alcanzan cierto nivel de aceptación social cristalizan y se transforman en instituciones con legitimidad propia y capacidad de modificar el mundo en mucho mayor grado: el sistema económico, el modelo político, etc. Así, existe un flujo de emergencia desde abajo hacia arriba (de los individuos a las estructuras), pero también a la inversa.

Por tanto, en resumen, tenemos una sociedad que está constituida como una red de actores, con objetos sociales que intervienen en sus acciones (algunos de los cuales se convierten en estructuras sociales), que construyen entre todos unos campos de acción con roles asignados, y una negociación permanente sobre la realidad en la que viven insertos. Por tanto, es un mundo de permanente cambio potencial, y de permanencia negociada. Es así un todo que es mucho mayor que cada una de sus partes pero que no se puede separar de ninguna de ellas porque es el resultado pero también el condicionante de todas ellas.

Mañana, si puedo, le dedicaré el post que corresponde al significado de poder en esta estructura social.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué visión de la sociedad tienes?

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