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Reflexiones personales

Cambiando el mundo (V): Globalización con mayúsculas

democracia 2Vivimos en un momento de cambio histórico, una de esas raras ocasiones en que se abre una ventana de oportunidad hacia algo diferente. Y a lo largo de los sucesivos posts he ido defendiendo los diferentes cambios necesarios para aprovechar ese momento de cambio y crear una verdadera democracia directa: cambios en el poder de la ciudadanía, en el funcionamiento de las instituciones e incluso en el papel de los políticos.

Sin embargo, aunque se consiguiesen todos esos logros sería insuficiente. La razón es sencilla: vivimos en un mundo donde todo está interconectado a lo demás. Una red de interconexiones genera dependencias cruzadas y si estas se extienden generan una red de interdependencia. El entorno de interdependencia global ha dado lugar a la aparición de riesgos globales, instituciones internacionales y mucho más.

El resultado es que hoy, más que nunca, de nada sirve cambiar una esquina pequeña del planeta como puede ser España si no se cambia el mundo en el que está inserta. Este es el primer engaño de los políticos en campaña: nos hacen creer que pueden cambiar el país cuando este, en realidad, no depende ya de ellos. Syriza es el trágico último ejemplo de un partido que intentó cambiar lo global desde un sitio local y, como hemos visto, incluso tras el valiente referendum el resultado no llevó a ningún sitio.

Entonces, ¿qué sentido tiene este post? Lanzar una piedra a un lago no cambia el lago, pero si genera ondas en el mismo. Un hombre se auto-inmoló en Túnez y de él surgió la Primavera Árabe que llegó hasta Siria y más allá, al 15-M, Occupy Wall Street, Occupy Hong-Kong, etc. Precisamente porque la sociedad civil también está interconectada y es interdependiente se puede hablar de la extensión de los marcos y modelos de un sitio a otro. Por difíciles que sean de obtener, los cambios en cualquier lugar del mundo pueden servir como ejemplo a los otros lugares e iniciar así una oleada de cambio y, en este caso, re-democratización.

democracia 3Aquí es donde entra no solo la interdependencia sino también la glocalización. Esta implica que los contenidos globales se localizan a la hora de adaptarse a los entornos concretos (por ejemplo, cuando TVE conecta con las secciones regionales para hacer las noticias de cada Comunidad); pero, a la inversa también, los contenidos locales se globalizan. Es una carretera de dos sentidos. Cuando el Foro Mundial de Portoalegre comenzó a trabajar, ya hace muchos años, en la creación de presupuestos participativos no se limitó a cambiar la organización económica local, sino que estos presupuestos navegaron por las redes de relaciones y de electrones y llegaron a muy distintos sitios, abriendo allí los debates o incluso consolidándose (por ejemplo, en varias ciudades españolas se usan).

La realidad es siempre muy compleja pero, cuando nos intentan convencer de que solo podemos obedecer porque cambiar el mundo es imposible, nos están engañando. Cambiar el mundo es muy posible y, muchas veces, empieza por unas ideas de un grupo que, lentamente, se van extendiendo sobre redes de interdependencia y a través de la glocalización.

El reto final, probablemente, no trate solo de democratizar el mundo y redemocartizar Europa o Estados Unidos, sino de democratizar la Unión Europea o incluso el resto de instituciones internacionales principales (la ONU, el FMI, el Banco Mundial, la OMC…). Por muy necesaria que sea una regeneración democrática profunda de España (y no las birrias que ofrecen actualmente los partidos) de nada servirá esta si no se consigue llevar a las instituciones más grandes que, hoy por hoy, limitan y coartan el margen de decisión de los distintos países. ¿De qué sirve elegir democráticamente, si tenemos un bozal que nos impide escoger todas las opciones menos una?

Por eso, la democratización debe ser radical y afectar a todas las esferas de la sociedad humana. Lo cual incluye usar las redes globalizadas para poner las instituciones internacionales bajo control ciudadano, no sólo los gobiernos estatales de los distintos países. Solo así se llegará a una verdadera democratización.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿cómo ves esto? ¿Viable? ¿Imposible?

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