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Reflexiones personales

El Gran Equilibrio

Me encuentro haciendo un trabajo sobre la crisis del estado del bienestar, cuando de pronto me cruzo con una idea bastante interesante en el libro “Crisis y Futuro del Estado de Bienestar” de Rafael Muñoz de Bustillo y otros autores. Pues bien, ellos disocian dos conceptos que suelen ir unidos siempre como algo natural. Ponen de un lado capitalismo, y de otro estado de bienestar democrático. Y no sólo eso, sino que los sitúan en una balanza, uno opuesto al otro.

El capitalismo lo que busca es el enriquecimiento de una élite a través del manejo más eficiente (algunos dirían que brutal) de los recursos económicos posible. Dejado por si solo, esto generaría un gran éxito económico y crecimiento (se supone) dado que las ambiciones e intereses de la gente se podrían realizar. Al mismo tiempo, los que no fueran de la élite se empobrecerían hasta el extremo, lo que generaría caos y conflictos en la sociedad. Algo parecido a lo que ocurrió a principios de la revolución industrial en Inglaterra.

Por su parte, el estado de bienestar democrático lo que busca es generar unas condiciones de coexistencia básicas, comunes y válidas para todos por igual. Por si sólo genera una gran equidad (un sistema próximo en algunos sentidos al comunismo) al dar cuantos más servicios posibles a todo el mundo por igual, lo cual genera paz y cooperación. Lamentablemente, se supone que esto mata la ambición y los intereses de los particulares, que dejan de tener razones para esforzarse, creando un sistema que no es “eficiente”.

Así pues, surge un equilibrio donde uno se opone al otro. Cuando uno crece, el otro se resiente, y viceversa. Algo complicado más por los ciclos de auge y crisis de la economía mundial, las crisis políticas, y otros muchos eventos que tienen lugar en nuestra sociedad a diario. Ahora bien, surge así una pregunta importante cuya respuesta ni siquiera los economistas más eminentes conocen: ¿dónde está el equilibrio justo y adecuado entre ambos elementos?

Pues, aún sin la respuesta “científica”, hay un colectivo de economistas (con la imagen del difunto Milton Friedman como bandera) que han decidido cómo es la respuesta adecuada. Su lema es algo así como . Y el problema surge cuando, tras la crisis económica mudial de los 70-80, esta corriente gana un gran ascendente en influencia en el mundo entero.

Primero en Sudamérica, desde Chile a Brasil o Argentina, sus políticas se imponen de manos de regímenes totalitaristas. Pero no se paran ahí, Tianan’men en China es la prueba de que estuvieron allí, así como los tratos del Banco Mundial con el resto de los “Tigres asiáticos” después de la crisis de sus economías. Y Polonia. Y Rusia tras convertirse al capitalismo. Y el Iraq “reconstruido”. Y, por supuesto, las economías del primer mundo, desde el thatcherismo a las últimas privatizaciones de la administración Bush.

Ellos han decidido dejar sólo la economía en el mundo, y que eso nos va a salvar de todos los males, como si fuese la panacea. Y, lamentablemente, aunque su base teórico-científica no es tan sólida como pretenden, su poder político es enorme. ¿Hasta donde nos llevarán? ¿Cuándo será esa élite sustituida por otra? Veremos… pero está claro que, si no nos damos cuenta de lo que hacen, si no pensamos, no nos movemos, no imaginamos alternativas… sin todo eso, no hay salida.

Costán Sequeiros Bruna

Estos son los comentarios en el antiguo blog:

post 21-1

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