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Reflexiones personales

Las impresoras 3D y los cambios en la economía del futuro

Impresora 3DDesde que surgieron los primeros fablabs con sus impresoras 3D esta tecnología se ha ido desarrollando enormemente y expandiendo por distintas partes del mundo, con nuevas aplicaciones y desarrollos inesperados. En muchos sentidos, está llamada a cambiar la economía, como muestra la novela clásica La Era del Diamante de Neil Stephenson. La revolución de las impresoras 3D está llamada a terminar de reformar el sector secundario (industria) y buena parte del terciario (servicios) de nuestras economías, pues todo el mundo podrá fabricar buena parte de las cosas que necesita o bien en su casa o bien en servicios comunitarios de impresión.

De este modo, con la producción distribuida por todas partes de las ciudades, la necesidad de grandes fábricas irá crecientemente decreciendo. En su lugar crecerán nuevos servicios en los barrios, como puedan ser tiendas donde imprimir productos muy grandes para las impresoras domésticas o de atención al cliente, etc. El sector secundario se irá encogiendo, y recogiendo en torno a la fabricación de aquellas cosas que las impresoras locales no puedan, especializándose en consecuencia. Y empezará a coaligarse distintas ramas de la economía para que surja un cuarto sector: la inteligencia.

Big data, data analysis, diseño, marcas, valores de mercado… todo eso y mucho más es lo que podríamos englobar dentro del sector de la inteligencia. Básicamente, es un sector donde lo que se negocia es el valor de las ideas, las cosas abstractas y los datos de los consumidores. Son negocios que ya existen en la actualidad, pero con el auge de la era de la información su impacto y crecimiento se irá volviendo crecientemente importante, porque las máquinas podrían hacer buena parte de los otros trabajos pero aún le falta mucho a la Inteligencia Artificial para ser capaz de imaginar y crear por si misma concepts abstractos.

Entonces, si bien las impresoras 3D pueden acercarnos a lo que se llama una sociedad post-escasez (donde todo el mundo pueda tener sus necesidades cubiertas), no por ello desaparecerán las desigualdades. Esto se debe a que las impresoras usan solo dos cosas universales: el material que se imprime, y la máquina en si. Lo que se imprime depende de modelos y diseños que cada impresora tenga y que hoy por hoy se comparten libremente entre ellas… pero no tiene por qué ser así.

Impresora 3DDe este modo, a medida que su importancia económica crezca, este elemento irá ganando peso para crear una distinción real. Cada ciudadano pasará a tener una biblioteca personal de blueprints (planos) de construcción de cosas, y ahí surgirán las diferencias. Sin duda todos podremos imprimirnos una silla genérica… ¿pero de verdad quieres tener tu casa amueblada con los mismos muebles que todo el resto del mundo? Si no es así, y quieres tener una casa propia y original, ¡Ikea (y tantas otras) ofrece su catálogo de planos a un precio enormemente razonable!

Como estos planos son códigos informáticos, habrá el consecuente trabajo de los hackers por romper sus protecciones, a las que se enfrentarán por un lado la existencia de funcionalidades adicionales en las piezas originales donde sea posible (probablemente a través de una conexión a la nube, como Netflix o Steam) junto con la importancia de la moda. La moda siempre ha servido únicamente para diferenciar quienes tienen el tiempo y el dinero para renovar su armario con cada estación, de quienes no lo tienen. Es un mecanismo de ostentación de la riqueza (en términos de Veblen) y de generación de distinción (si preferimos a Bourdieu). Y las modas se acelerarán todo lo que haga falta para que, cuando los hackers hayan roto la seguridad de unos modelos concretos, ya exista a disposición del público todo un set nuevo de pago, ¡solo tienes que gastar tu dinero, llevar tus antiguas piezas a reciclar y salir con un set totalmente original que te diferenciará de tus vecinos y amigos!

Entonces, cuando surge el modelo de economías post-escasez como esta, la diferencia de clase no se va a marcar en poseer o no algo, sino en cómo y qué poseer. ¿Quieres un reloj de bolsillo? ¡Claro que si, el Rolex de hace dos meses está a libre disposición, pero acaba de salir uno nuevo a un precio irresistible, de oferta solo para ti! Porque claro, con el auge del sector de la inteligencia, irán mejorándose los anuncios personalizados, la personalización y segmentación del mercado, etc. hasta llegar a lo visto en películas como Minority Report y mucho más allá.

Así pues, en conclusión, a medida que las impresoras 3D vayan popularizándose y desarrollando nuevas funciones, cambiarán las economías del mundo. Pero no por ello desaparecerá la diferencia entre ricos y pobres, simplemente las élites se reformularán.

Os dejo con un programa de la serie de Iñaki Gabilondo Cuando ya no esté que trata precisamente la cuestión de las impresoras 3D. Aunque personalmente lo considero demasiado optimista e incluso iluso, es interesante ver cómo están evolucionando, usos inesperados y demás:

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas de los cambios sociales que traerán las impresoras 3D?

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