Esta pregunta parece una tontería, cualquiera podría responder rápidamente: “¡La acción del pueblo!” Pero quizás otra diría “¡lo que hacen los políticos!” y el tercero tal vez optase por un “esa cosa aburrida de los telediarios antes de los deportes”. Entender qué es la política es algo mucho más complejo de lo que aparenta, y voy a iniciar la explicación por la traducción de tres términos del inglés tal como la explica el Profesor Subirats en el primer vídeo del comienzo del curso online sobre políticas públicas y democracia. Vamos a verlo, porque en castellano el término política es demasiado amplio y ambiguo:
Policy es el término que los ingleses aplican a cada una de las políticas que lleva adelante un gobierno. La política educativa, la política vial, la política sanitaria… Cada una de las leyes, conjuntos normativos, sanciones económicas, medidas fiscales, etc. que se crean y se implementan en una sociedad para regularla de un modo u otro, buscando generar un efecto (mejorar la educación, reducir los accidentes, mejorar la salud ciudadana…).
Polity se refiere al conjunto del sistema político de un país: sus instituciones, la constitución, las normas electorales. Aunque cada una de ellas por separado pueda ser objeto de algunas politics que lo regulen (como la ley electoral), el resultado es la construcción de un sistema interrelacionado que conforma el campo de acción de la política en un momento dado.
Politics, finalmente, se refiere a lo que la mayor parte de la gente entiende por política, aquello que, en palabras de Subirats, “aparece en los periódicos en la sección de política”: las manifestaciones, los debates en el Congreso, las declaraciones públicas del Gobierno,…
La política, ahora si en castellano, es todo esto. Es el conjunto de acciones que se toman en el interior de un sistema y los motivos ideológicos y conflictivos que llevan a estas decisiones y no a otras. La política, si cogemos su sentido más amplio, sería así el manejo del conflicto, la gestión de las diferencias y la coordinación para la construcción de un proyecto en común; por eso, puede ir desde lo más macro-político (la gestión del conflicto internacional entre Israel y Palestino, o la formación de un Gobierno concreto) a lo más micro-político (como la coordinación de un conjunto de vecinos de un barrio).
Por todo ello, la política no es una ciencia (aunque el estudio de la política si lo es, la politología) sino que es un arte, porque consiste en tender puentes entre ideas opuestas, buscar puntos en común y, en el peor de los casos, destruir los argumentos de los oponentes. Porque la política no se basa en hechos observados y científicos (como el número de accidentes de tráfico) sino, como señala Subirats, en los argumentos que se construyen a la hora de buscar modos de manejar esa situación (potenciar a la policía de tráfico, prohibir el alcohol, mejorar la calidad de las carreteras…) y en la capacidad de persuadir a los demás de que nuestros argumentos son mejores que los de aquellos que se nos oponen.
Porque una cosa es clara: siempre que tenemos un grupo social, surgen diferencias internas e intereses contrapuestos. Lo que una persona quiere puede no coincidir con lo que quiere otro porque tienen ideas opuestas de lo que es deseable (ahí entra la ideología, la religión, el nacionalismo, etc.) o bien porque lo que uno gane otro lo pierde (por ejemplo, los conflictos entre sindicatos y patronal).
Así, la sociedad básicamente es una amalgama de gente con intereses contrapuestos que se unen para intentar llevar un proyecto de convivencia en común… y la política es el arte de conseguir que ese barco no se destruya por los conflictos internos y que trate de llegar a buen puerto. Otra cosa muy distinta ya es qué política tenemos, qué intereses defiende, y quienes detentan el mayor poder.
Costán Sequeiros Bruna
Y tú, ¿qué crees que es la política?