Categories
Sociología

El Fin de la Historia

En estas fechas, es un momento adecuado para echar un vistazo a esta posición política. Básicamente, lo que Fukuyama exponía en su libro consistía en que habíamos alcanzado el final de la historia a nivel cultural, lo que de aquí en adelante nos esperaba ersa llevar esta civilización a nuevas cotas de éxito físico y material, pero que este era el pinaculo de la política, la ideología, y la filosofía. Básicamente, no había nada más allá de este punto (bueno, en concreto, 1992, que es cuando escribe el libro).

Esto, que a priori parece una tontería, no lo es para nada ya que tuvo enormes efectos sociales y políticos, especialmente en los Estados Unidos. Básicamente, lo que Fukuyama estaba haciendo al anunciar el final de las ideologías era justificar la ideología actualmente dominante y cancelar cualquier posibilidad de cambio. Básicamente, si era el final de la historia, no tenía sentido ninguna revolución, no era posible ni tenía sentido ir más allá, porque no había nada más allá: el pinaculo de todo era una democracia capitalista de corte neoliberal. El final. Todo el resto era pasado o simple palabrería.

Así, este conjunto de ideas han sido usadas hasta el hartazgo por los sectores de la derecha política como medio de llevar adelante sus ideas y sus planes, ya que son los que defienden ese modelo neoliberal, especialmente en los Estados Unidos. Pero, echemos un poco la vista atrás:

En la Edad Media, en el siglo XII por ejemplo, si preguntases a cualquiera te hubiera dicho que el futuro sería exactamente igual de lo que había sido el pasado y de lo que era su presente. Su sentido del tiempo no incluía el concepto de cambio como el nuestro, pues no habían conocido cambios significativos ni en su vida ni en la de sus padres o abuelos. Jamás hubiesen ni imaginado un Renacimiento o una Ilustración, ni hablar de la Industrialización o el mundo computerizado actual. Y eso es el punto:

Cuando se vive en un punto de la historia, no es posible ver lo que viene después, ya que si fuese posible ya se estaría trabajando en alcanzar ese futuro. Sólo unos pocos visionarios son capaces de romper los límites de su tiempo y ver lo que vendría más allá, como Verne o DaVinci. Sólo hay un momento en que eso no es así: en el punto límite en que la historia está a punto de dar un cambio: los momentos previos a una Revolución, las grandes guerras… cosas así, cuando la gente ya está pensando en las cenizas de lo que están dejando atrás, y planeando lo que va a venir después.

Irónicamente, nosotros nos encontramos probablemente en uno de esos momentos. La sociedad está cambiando en estos mismos momentos, a toda velocidad, no sólo a nivel tecnológico (lo cual es bastante obvio) sino a nivel cultural, en la forma en que interactuamos unos con otros, y en los valores. Algunos autores lo han llamado la revolución silenciosa, porque no es algo que la gente se de cuenta, sino que simplemente va pasando y vamos cambiando: la implantación de los valores postmaterialistas, los cambios en los sectores de importancia económica, cambios en la organización interna de las empresas y todo tipo de organizaciones…

El futuro, en cierto sentido, está llegando mientras hablamos. Así que, ¡Feliz Año Nuevo, y feliz futuro!

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas?

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.