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El sueño americano

En casi toda película americana que vemos, sale mencionado en algún momento. Sale como referencia en canciones y novelas, en los debates políticos y sociales. Pero, ¿qué es el sueño americano? En su núcleo, el sueño americano consiste en una serie de leyendas entrecruzadas sobre qué significa ser americano.

The land of the free: la primera de estas historias es que Estados Unidos es la tierra de la libertad. Tierra de los derechos civiles, lugar donde cada ciudadano tiene derecho a tener armas en caso de que el Estado quisiese imponerle cualquier cosa, donde los partidos políticos responden a las demandas ciudadanas y el Tribunal Supremo vela por el mantenimiento de las leyes tal y como los Padres Fundadores las imaginaron. Sin embargo, como tan bien retrata el comienzo de The Newsroom los derechos civiles norteamericanos no son especialmente mejores que los de buena parte del mundo. Así, el sueño americano nos cuenta que es un país con una sociedad civil muy activa, lo cual es cierto, pero el lado negativo de la misma también tiene un enorme peso en forma de lobbies. A mayores, los partidos políticos existentes son bastante monolíticos, y deciden en buena medida el devenir de candidatos y otros elementos políticos en base a sus luchas internas por el apoyo de sus miembros, y no de la ciudadanía. Es un país donde en buena medida la pena de muerte sigue imperando pese a que se ha demostrado ampliamente su ineficacia a la hora de prevenir crímenes, y donde buena parte de su política exterior (especialmente con Trump) se basa en el actual modelo de America First. Y donde aunque formalmente han conseguido los derechos de igualdad actualmente,  tanto las mujeres como los inmigrantes y las minorías étnicas se enfrentan a poderosos techos de cristal y a tasas altísimas de encarcelación. Y sin duda eres libre para perseguir tus sueños y deseos, siempre y cuando ellos no vayan contra la mayoría religiosa del país o contra la tradición, como el matrimonio homosexual. Así que en resumen, ¿la tierra de los libres? Sin duda en muchos aspectos, pero hoy en día no más (o menos) libre que buena parte del mundo.

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The home of the brave: otro de los pilares del sueño americano es el individualismo y la capacidad de cada persona para llegar a lo que quiera ser. Nos lo dicen todas las películas de adolescentes de Hollywood: persigue tus sueños y los conseguirás. Pero eso no es cierto. En el momento en que una persona cualquiera nace en cualquier país, está sujeto a una posición estructural que determina qué opciones tiene en su vida. Desde luego, hay raperos y jugadores de la NBA que se han vuelto ricos saliendo de una posición muy pobre, pero ¿qué porcentaje real de los pobres representan? Un mínimo, un porcentaje casi inexistente, y sin embargo el sueño americano te bombardeará con que es la tierra de las oportunidades. Pero la verdad es que los que nacen pobres se quedan pobres normalmente, son encarcelados y viven vidas determinadas por el sistema. Y lo que es peor, como se supone que en Estados Unidos todo el mundo puede llegar a ser rico si se esfuerza, si no lo has hecho es porque eres un loser, un perdedor que no vale nada. Sin duda, Weber estaría fascinado por cómo la ética protestante se ha convertido en el núcleo del espíritu capitalista en Estados Unidos, donde ser rico y exitoso se ha vuelto un mandato moral.

Una segunda forma de entender el impacto del trabajo en la economía es que otra gente entiende el sueño americano como la relación entre trabajo duro y no éxito, pero si seguridad económica. Trabaja duro, sigue las reglas y tendrás un sueldo decente y podrás vivir bien. Pero en línea con lo anterior, esto también es relativamente falso. Es sin duda cierto para las clases medias y altas, bien formadas y con acceso a trabajos bien remunerados. Pero para las clases bajas no importa si sigues las normas o no, vas a tener que trabajar en dos o más empleos a la vez para mantener una familia, porque sino los bajos salarios de muchas de esas profesiones no van a permitirte llegar a fin de mes, y los beneficios y protecciones sociales al respecto no son demasiado altos.

No refuge could save the hireling and slave: tolerancia y diversidad sin duda son pilares de un país construido a base de inmigración (especialmente teniendo en cuenta cómo se ha tratado a los nativos). Sin embargo, el resultado de la llegada de las distintas olas de migrantes a Estados Unidos ha sido muy diverso debido a que por definición los que emigran suelen ser pobres: desde los irlandeses o los italianos, una parte de los cuales entraron en el mundo de la criminalidad y del hampa, a los esclavos africanos llevados a la fuerza a trabajar los campos o los latinoamericanos que ahora deben saltar las vallas. El resultado es que, aunque sin duda es un país diverso, la tolerancia varía mucho según zonas y grupos sociales, sino el Ku Klux Klan no habría existido. Así, si bien unos Estados del país son más tolerantes que otros, en muchos lugares sigue existiendo un profundo desprecio a los miembros de ciertas etnias y culturas, así como unas condiciones materiales para esa gente que reafirman a ojos de los demás que no valen la pena (como vimos antes, si no te enriqueces y vives bien, es porque no te has esforzado). De modo que en torno a cosas como la etnia se construyen discursos muy peligrosos que, aunque tienen una cierta base de realidad, no cuentan más que una visión sesgada de la misma: como la relación entre la gente negra y las drogas, el tráfico de la misma y los tiroteos en las calles que lleva a que la tasa de encarcelamiento de esa etnia sea muy superior a la que correspondería.

And the star-spangled banner in triumph doth wave: en el núcleo, por tanto, del sueño americano lo que se encuentra es un optimismo central: somos los mejores, vivimos en el mejor mundo posible, si te esfuerzas lo lograrás que por eso eres libre. Pero como el resto de los elementos, este optimismo es igual de ficticio que los demás. La estructura social determina en buena medida las posiciones sociales de cada uno porque no hay tantos mecanismos de ascenso social, las cosas no necesariamente serán mejores en el futuro y además sin duda Estados Unidos no se puede definir como el mejor país. Si es que siquiera pudiésemos definir lo que es un “mejor país”, ya bastante difícil es trabajar con un “buen país“. Además, debido a este optimismo, los Estados Unidos creen que el futuro siempre será mejor, sin darse cuenta que todo imperio y hegemonía en la historia ha tenido un final y que la forma de retrasar ese final es trabajar con los tiempos y avanzar, no confiar en que el futuro será mejor porque si.

El resultado es que, como suele ocurrir con las ficciones nacionales y nacionalistas de todo el mundo, el sueño americano es en buena medida una idealización de ciertos aspectos de la sociedad más que una realidad. Como dice el Comediante en Watchmen, tras atacar a una manifestación pacífica “este es el sueño americano, se ha convertido en realidad”. Y desgraciadamente, como suele ocurrir, esa frase carga con mucha realidad precisamente porque el sueño americano tiene muchas partes de pesadilla ocultas bajo las capas de buenas ideas.

Costán Sequeiros Bruna

Y tú, ¿qué opinas del sueño americano o del resto de sueños nacionales?

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