Desde que el debate se ha abierto en Francia sobre la prohibición o no del burkini, se han vertido opiniones de todo tipo. Desde los que sienten miedo y creen que debe ser prohibido, a los que lo prohibirían porque “no es nuestra cultura”, los que lo permitirían porque es espacio de cada persona cómo se viste, o por reducir la cantidad de injerencias del Estado en la vida de la gente, etc.
Yo voy a verter mi opinión vertebrada principalmente en tres direcciones. La primera es la que corresponde a la libertad religiosa y de culto. Ya expuse en otra ocasión como la libertad o se tiene o no se tiene, no permite espacios intermedios. Si hay libertad de credo y religión en un país (como se supone que ocurre en Europa) hay que respetar todas las religiones en sus modos de expresarse; no cohartando la libertad de otros (por ejemplo, con las caricaturas de Mahoma), pero desde luego tampoco dictándoles desde fuera cómo deben rezar o cómo deben comportarse en su fe.

Escrito por el profesor de derecho americano Lawrence Lessig, El Código 2.0 es un tratado directo, sencillo de entender y profundo sobre la forma en que nuestras sociedades construyen sus regulaciones, y los retos que plantea el cambio fruto de nuevas tecnologías o entornos sociales cambiantes. A lo largo de sus 563 páginas, Lessig nos lleva de la mano por un análisis profundo de los fundamentos del derecho y la forma en que este interactúa con la sociedad, con el poder, con la democracia, o con el mundo nuevo que surge cada día. Y lo consigue hacer de un modo entretenido y fácil de seguir incluso para aquellos de nosotros que no somos expertos en derecho y que, de hecho, nos aburre este soberanamente. Con todo lo cual, resulta un libro enormemente recomendable para todo aquel proucado por cuestiones como la protección de la privacidad, la construcción de sistemas de derecho efectivos, la regulación de internet, o cómo el mundo se actualiza a las novedades que en él se producen.