Hace un par de días, la izquierda europea escogió a Sch
ultz como su candidato a Presidente de la Comisión Europea. Esto, en principio no nos llama la atención, estamos habituados a que los partidos tengan candidatos a la presidencia. Sin embargo, no es así como funciona la UE, y es un cambio de sistema que puede tener consecuencias enormes.
Si prestamos atención al Tratado de Lisboa, veremos que el Presidente de la Comisión no funciona como los cargos de presidente a los que estamos habituados. Al contrario, a él no lo escogen los ciudadanos, sino que los países (a través del Consejo) son los que proponen al candidato a la Presidencia de la Comisión al Parlamento, el cual debe ser “acorde con la ideología del Parlamento”. Pero es una decisión del Consejo, no de los ciudadanos.

Teniendo en cuenta que, mientras escribo esto, las elecciones americanas aún no han terminado y no se sabe quien es el vencedor, creo que puede ser interesante ver cómo funciona su sistema, y así poder comparar con el
Hace tiempo que se debate acerca de lo que implicaría la implementación de medidas electrónicas en la democracia: beneficios, cambios y peligros. Sin embargo, el proceso avanza en paralelo al debate. Así, en las últimas Elecciones Generales en España, en diversos Colegios Electorales de la Comunidad de Madrid se emplearon ordenadores para ayudar en el recuento de votos, el control de incoherencias, etc. Y resultó ser una herramienta muy útil para el buen funcionamiento de esas mesas electorales. En el caso español, la legislación no permite ir más allá. Pero en Estados Unidos, por ejemplo, existen Estados donde se permite votar directamente de modo electrónico en unos cajeros específicos.
Democracia: el gobierno del pueblo. Como hemos discutido numerosas veces, este